La musofobia es el miedo a los ratones o a las ratas y la palabra tiene su origen en el latín Mus que significa ratones y en el griego phobos que significa miedo profundo o pavor. Otros términos utilizados para referirse al miedo a las ratas y a los ratones son Murofobia, que deriva de la palabra ‘Murine’ o de la familia ‘Muridae’ de ratones/ratas y Surifobia que deriva de souris, que en francés significa ratón.
Personalidad famosa con una extrema, irrazonable e irracional miedo a los ratones incluye a la Dra. Genna Crosser, quien no sólo diagnosticó por primera vez esta fobia en su paciente, sino que también la sufrió ella misma.
Causas de la musofobia
La musofobia es una fobia muy común que afecta a cientos de miles de personas en todo el mundo. Mientras que algunas personas piensan que los ratones son «lindos y adorables»; los fóbicos tienden a encontrarlos «asquerosos y portadores de enfermedades».
- Las ratas y los ratones son conocidos portadores de patógenos. También son tristemente célebres en la historia por la propagación de la peste negra, que acabó con gran parte de la población humana. En general, se sabe que habitan en alcantarillas, desagües y lugares oscuros, húmedos o sucios. También se sabe que las ratas son portadoras de pulgas y otros parásitos que dañan no sólo a los humanos, sino también a las mascotas.
- Las ratas y roedores salvajes no son huéspedes bienvenidos en los hogares humanos, por lo que tienden a esconderse en las grietas y hendiduras que se encuentran alrededor de las despensas, cocinas y otros lugares que tienen un abundante almacenamiento de alimentos. Naturalmente, pueden saltar sobre personas desprevenidas y asustarlas.
- Como la mayoría de las fobias a los animales, el miedo a los ratones también se deriva, normalmente, de una experiencia negativa o traumática con las ratas. Los incidentes en la infancia en los que una rata ha mordido a un niño o a sus seres queridos también pueden desencadenar esta fobia.
- Los humanos están condicionados desde la infancia a temer a las ratas y roedores salvajes. Un adulto, padre o cuidador, puede haberse asustado con una rata y gritar o subirse a una silla. Los niños, sin saberlo, aprenden a imitar este comportamiento y el susto ocasional desencadena una respuesta de ansiedad que puede convertirse en una fobia de por vida a las ratas y los ratones.
- La cultura popular representa a estas criaturas de forma negativa: los dibujos animados (Tom y Jerry), los libros (El flautista de Hamelin), las películas y los programas de televisión, etc., muestran rasgos estereotipados sobre ellas. Lo típico: una rata asusta a la mujer protagonista, que salta y se sube gritando a una silla/mesa. (A pesar de estos estereotipos, en realidad la Musofobia afecta a ambos géneros por igual.)
Síntomas de la Musofobia
Los síntomas de la Musofobia varían en función del grado de miedo que experimente el fóbico. Al igual que cualquier otra Zoofobia, el miedo a los ratones suele desencadenar síntomas físicos y mentales que incluyen:
- Gritar, llorar, subirse a las camas o a las mesas/sillas
- Tratar de huir
- Temblar, temblar y sudar profusamente.
- Tener un ritmo cardíaco acelerado, respirar rápidamente o jadear
- Sentir náuseas, vomitar o tener otros signos de malestar gastrointestinal
Los musofóbicos podrían experimentar ataques de ansiedad/pánico ante la mera mención de los ratones, o incluso por verlos alimentándose en la basura, o en las fotos, en la televisión, etc.
Tratamiento y superación del miedo a los ratones o ratas
El tratamiento y diagnóstico de la Musofobia es similar al de otras fobias animales o específicas en el sentido de que; cualquier terapia estándar como la psicoterapia, la terapia cognitivo-conductual, la terapia de desensibilización gradual, etc. puede ser utilizada para ello.
Los pacientes deben educarse sobre los ratones. Gracias a los avances de la medicina moderna, la peste ha sido erradicada y al menos no es tan peligrosa como antes. Las ratas que habitan en zonas domésticas o residenciales tienen a su vez miedo de los humanos y generalmente se apartan de su camino. Las ratas y los ratones silvestres transmiten enfermedades, por lo que es mejor evitar que entren en la casa reduciendo al mínimo el desorden y las fuentes de alimento dentro y alrededor de la misma.
Si su aprensión hacia los ratones le afecta a diario o tiene miedo de salir cuando oscurece o piensa constantemente en los ratones, entonces su médico podría recetarle medicamentos para reducir la ansiedad. Tenga en cuenta que estos medicamentos no curan el miedo a los ratones, sino que sólo proporcionan un alivio temporal de los síntomas. Es mejor que opte por soluciones a largo plazo como la hipnoterapia, la PNL o la programación neurolingüística, la terapia conversacional, etc. para curar su musofobia de una vez por todas.