Los asuntos relacionados con el derecho de la tercera edad pueden ser complejos. Una palabra o movimiento erróneo puede significar la diferencia entre un buen resultado y un desastre en caso de que usted quede incapacitado o si ocurren otros problemas inesperados en su tercera edad. Un abogado especializado en derecho de la tercera edad puede ayudarle a planificar lo que sucederá si usted se vuelve mental o físicamente incapaz de cuidar de sí mismo y de sus propios asuntos personales.
No se trata sólo de morir
El derecho de la tercera edad no es lo mismo que el derecho de sucesiones, aunque cubren algunos de los mismos temas. El derecho de la vejez se ocupa de sus finanzas y propiedades de tal manera que le proporcione a usted y a su familia lo mejor mientras esté vivo. Su patrimonio, por otro lado, es lo que deja a sus seres queridos cuando fallece y cómo lo deja para minimizar las complicaciones de la sucesión y las posibles obligaciones fiscales del patrimonio.
Existen numerosas opciones para ajustarse de la forma más económica y eficiente posible a la planificación de todas las eventualidades. Por ejemplo, se puede establecer un fideicomiso revocable en vida para que otra persona se encargue de la gestión de sus bienes si llega un momento en que usted ya no pueda hacerlo por sí mismo.
Un abogado especializado en derecho de la tercera edad puede explicarle estas opciones para que pueda tener un plan en marcha para tal eventualidad.
Cuestiones de Medicaid
Medicaid impone algunas directrices estrictas para la elegibilidad en caso de que alguna vez necesite cuidados a largo plazo. Las prestaciones se basan en los ingresos y en los activos, pero no se puede regalar todo lo que se posee para tener derecho a ello si se sospecha que se puede necesitar este tipo de cuidados en un futuro inminente.
Las normas de «reducción de gastos» y un periodo de cinco años de «revisión» hacen que los activos o el dinero vuelvan a ser de su propiedad para tener derecho a ellos si intenta transferirlos a otras personas. Un abogado especializado en derecho de la tercera edad estará familiarizado con estas normas y podrá guiarle por adelantado en el desafortunado caso de que finalmente necesite cuidados a largo plazo.
Separando situaciones familiares y financieras complejas
Eche un vistazo a su vida y a sus activos para ver si encaja en una o más de estas situaciones que pueden afectar a sus finanzas:
- Estás en un segundo (o posterior) matrimonio
- Tienes uno o más negocios
- Posees bienes inmuebles en más de un estado
- Tienes un familiar discapacitado o te has quedado discapacitado
- Tienes hijos menores
- Tienes hijos «problemáticos»
- No no tiene hijos
- Desea dejar una parte o la totalidad de su patrimonio a una organización benéfica
- Tiene activos sustanciales en 401(k)s y/o IRAs
- Se ha divorciado recientemente
- Ha perdido recientemente a un cónyuge u otro familiar
- Tiene un cónyuge incapacitado que necesita cuidados a largolargo plazo
- Tiene un patrimonio imponible a efectos del impuesto sobre el patrimonio federal y/o estatal
Necesitará la asesoría y el consejo de un abogado experto en derecho de la tercera edad para que le ayude con sus planes futuros si una o más de estas situaciones se aplican a usted. De lo contrario, su estado, un ex cónyuge o el Servicio de Impuestos Internos podrían recibir el control o la mayor parte de sus activos.
Las leyes estatales determinan las normas de derecho de la tercera edad
Las leyes estatales son muy específicas sobre lo que puede y no puede incluirse en un testamento, fideicomiso, instrucciones médicas anticipadas o poder financiero. Estas leyes controlan quién puede y quién no puede actuar como representante personal, fideicomisario, sustituto de atención médica o apoderado bajo un poder notarial.
Dictan quién puede y quién no puede ser testigo de su testamento, fideicomiso o poder médico o financiero, y qué formalidades deben seguirse cuando se firma un testamento, fideicomiso o poder médico o financiero.
Aunque Medicaid es un programa autorizado por el gobierno federal, los estados se encargan de administrar Medicaid a nivel local. Las leyes y normas que rigen Medicaid pueden variar significativamente de un estado a otro.
Trabajar con un abogado calificado en derecho de la tercera edad puede evitar errores simples y sin embargo muy costosos si usted o su ser querido no están íntimamente familiarizados con las leyes específicas de su estado. Una simple suposición que no resulta ser cierta puede dejar sus planes en ruinas.
¿Cuánto costará un abogado?
El viejo dicho latino «caveat emptor» o «el comprador se cuida» ciertamente se aplica a los asuntos de derecho de la tercera edad si está pensando en manejar las cosas usted mismo con un poco de ayuda comprada en la tienda.
Puede pensar que se ahorrará unos cuantos dólares llenando esa solicitud de Medicaid por su cuenta o usando formularios que se encuentran en Internet, pero su familia podría tener un duro despertar si luego se enteran de que usted no calificará.
Una parte o la totalidad de su testamento, fideicomiso o poder médico o financiero podría no ser legalmente válida o no funcionar como se esperaba si intenta crearlos usted mismo o con la ayuda de algún software genérico de talla única. Usted y su familia podrían terminar gastando miles de dólares más para corregir errores innecesarios que lo que le habría costado un abogado de derecho de la tercera edad calificado en primer lugar.
Muchos abogados de derecho de la tercera edad cobran por hora, por lo que sólo tendría que pagar por su tiempo para tratar los asuntos específicos que le preocupan. Otros ofrecen «paquetes». Proporcionarán varios servicios bajo el paraguas de una tarifa.
Cómo encontrar un abogado de derecho de la tercera edad
La Academia Nacional de Abogados de Derecho de la Tercera Edad se compone de abogados que se especializan en este campo. Es una organización sin ánimo de lucro que existe para ayudar a las personas mayores desde 1987. Sus miembros se encuentran en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia. Puede buscar en su sitio web para que le ayuden a encontrar a alguien en su zona para que trabaje con usted.
Dondequiera que encuentre un abogado, asegúrese de comprobar con el Colegio de Abogados de su estado que todavía está autorizado para ejercer la abogacía allí y que no ha sido objeto de ninguna acción disciplinaria.