Neumonía mortal causada por Penicillium digitatum: informe de un caso
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Un varón de 78 años se presentó en nuestro hospital en abril de 2005 con antecedentes de asma bronquial y enfisema pulmonar diagnosticados por primera vez a los 66 años. Había sido oficinista durante 40 años y nunca se había dedicado a la agricultura. Por lo tanto, no había tenido ninguna oportunidad evidente de exposición al patógeno de los cítricos en su entorno laboral o en su casa. Su asma era de tipo no atópico y moderado, según la definición de la Iniciativa Global para las Guías de Asma 2002. El paciente era un ex fumador con un índice de Brinkman de 1590. Estaba siendo tratado con corticoides inhalados y teofilina. La primera vez que acudió a nuestro hospital, en abril de 2005, no presentaba una exacerbación del asma ni un aumento de la producción de esputo, pero su disnea de esfuerzo era de grado 2 en la escala de Hugh-Jones. En abril de 2005, cuando el paciente tenía 78 años, se encontró una sombra anormal que representaba una cavidad en el pulmón superior izquierdo en la radiografía de tórax en su revisión médica anual. En ese momento el paciente no presentaba un aumento de la producción de esputo, pero la tomografía computarizada (TC) de tórax reveló una cavidad de paredes finas de unos 4 cm de diámetro que contenía una bola de hongos en el lóbulo superior izquierdo (S1 + 2); una TC realizada 2 años antes había revelado sólo una pequeña cavidad indicativa de un cambio enfisematoso (Figuras 1a, 1b). No había cambios inflamatorios en la sangre periférica (recuento de leucocitos, 7950 células/μL; proteína C reactiva, 0,23 mg/dL; velocidad de sedimentación globular, 10 mm/h; antígeno de Aspergillus, negativo; β-D glucano, negativo), pero se confirmaron anticuerpos precipitantes específicos de antígeno de Aspergillus flavus y P. digitatum en el suero y el líquido pleural del paciente mediante la prueba de inmunodifusión doble de Ouchterlony . No se detectaron A. flavus ni P. digitatum ni bacterias o bacilos tuberculosos en los cultivos de esputo o líquidos de lavado bronquial. Se diagnosticó al paciente un aspergiloma pulmonar y se le trató con itraconazol (100 mg/día) durante 3 meses. Sin embargo, la cavidad se hizo más grande y de paredes más gruesas (Figura 1c, julio de 2005), y el paciente desarrolló dolor de espalda. Ingresó en nuestro hospital el 25 de julio de 2005 y fue tratado durante 3 meses con un aumento de la dosis de itraconazol (200 mg/día) con adición de micafungina (300 mg/día). La capacidad vital (CV) del paciente de 2,64 L, el porcentaje de CV del 85,7%, el volumen espiratorio forzado en 1 s (VEF1) de 1,09 L y el porcentaje de VEF1 del 50,9% en agosto de 2005 eran inferiores a su CV de 3,01 L, %CV del 95,6%, VEF1 de 1,12 L, %VEF1 del 49,6% en 2003. El paciente no pudo someterse a más pruebas de función pulmonar debido a su insuficiencia respiratoria progresiva.