«Tal vez tu primer amor es el que se queda contigo porque es la única persona que te recibirá todo. Después, puede que aprendas mejor. Pero, sobre todo, un trozo de ti quedará para siempre en el corazón de la persona que amaste, un trozo que ningún amante futuro podrá conseguir. Este trozo contiene la inocencia, la creencia de que el amor realmente puede durar para siempre. Contiene la juventud y todo lo que pensaste que sería el amor, y todo lo que se demostró que estaba equivocado»
Esto es algo que me ha costado un poco entender. Sé que tu primer amor es algo muy grande, y es uno de los momentos más duros cuando no tiene un final de cuento de hadas como pensabas, pero no veía lo diferente que es esta relación de todas las que le siguen, y me equivoqué. Nunca lo superas, nunca vuelves a ser el mismo.
Creo que cada persona que conoces te cambia en pequeños aspectos, pero tu primer amor te cambia en gran medida porque te quita algo que nunca podrás recuperar. Pierdes la capacidad de ser ingenuo y pierdes la creencia en los cuentos de hadas. Le das a una persona todo lo que tienes y ella hace lo mismo, y luego, cuando se acaba, sientes que no te queda nada hasta que encuentras a alguien que te vuelve a dar esas mariposas. Tendrás muchas relaciones, pero ninguna será como la primera. Es como esa primera Navidad después de descubrir que Papá Noel no es real: sigues ilusionado y feliz de que sea Navidad, pero no tienes los mismos sentimientos que cuando ponías galletas y leche y te obligabas a dormir para que Papá Noel se diera prisa en venir.
La magia se ha ido.
Tu creencia de que todo saldrá bien y de que la relación no tiene defectos se ha ido. Ahora tienes un pasado lleno de cicatrices y lo llevas contigo a tus futuras relaciones. Todo el mundo hoy en día ha sido herido, tiene problemas de confianza, problemas de compromiso, inseguridades y tiene miedo de ser vulnerable, y eso es debido a las relaciones pasadas. La siguiente relación después de la primera no se siente igual. No es que ames a esta nueva persona menos que a tu primer amor, sino que eres más realista sobre lo que es el amor. Cuando estabas con tu primer amor, parecía que las películas sobre el amor y los cuentos de hadas eran reales, y que vivías en uno de ellos y sentías que ese amor especial que compartíais te había elegido y estaba destinado a ti. Pero ahora entiendes que el amor no elige a las personas, sino que las personas eligen el amor. Eligen trabajar en él con alguien y eligen aceptar y apreciar los defectos de otra persona.
Elegir amar a otra persona, y amarla de verdad significa que aprecias lo que es, te preocupas por ella y por su felicidad, sólo quieres lo mejor para ella, entiendes por qué es como es y haces todo lo posible para que sepa que no está sola en este viaje que haces con ella. Amar a alguien es algo más que sentirse atraído por él, hacerse fotos y disfrutar de su compañía. Tienes que profundizar más que eso, y no aprendes realmente a hacerlo con una persona hasta que has visto más allá del enamoramiento y cuando llegan los momentos difíciles. No aprendes a hacerlo hasta que los eliges cada día porque, independientemente de lo mal que se pongan las cosas, tu vida no es la misma sin ellos en ella.
Así que no, no creo que nunca superes realmente tu primer amor porque, al igual que en Navidad, hay una parte de ti que se pone un poco celosa viendo a los niños de tu familia emocionarse con Papá Noel, y deseas que la magia vuelva para ti también. No digo que no puedas superar a esa persona, pero sí sentirás nostalgia por ese mismo tipo de relación que compartisteis. Los primeros amores implican más enamoramiento que amor. No tienes forma de comparar lo «enamorado» que estás porque es la primera vez que tienes esos sentimientos, así que te consume y no piensas con lógica. Creo que este nuevo tipo de amor después de tu primer amor es maduro y realista, pero es triste en un sentido de «crecimiento», y por mucho que todo el mundo desee crecer lo más rápido posible, la magia de ser joven, ingenuo, enamorado y todo lo demás se convierte en un recuerdo lejano que deseas recuperar.