Son estos tres últimos apartados los que pueden causar más confusión. ¿Cómo escribo un buen objetivo? ¿Cuál es la diferencia entre estrategia y táctica? ¿Necesito tener las tres partes?
¡No te confundas más!
Empecemos por el principio: la diferencia entre objetivos, estrategia y táctica. Un ex colega mío me lo explicó una vez perfectamente:
- Objetivo: Quiero perder 40 libras para finales del próximo año.
- Estrategia: Voy a hacer más ejercicio y comer mejor.
- Táctica: Saldré a correr todas las mañanas y comeré ensalada 5 veces a la semana.
- Objetivo: Aumentar el conocimiento de los empleados sobre el nuevo plan de pensiones hasta el 78% a finales de 2015. Aumentar la contratación del nuevo plan de pensiones hasta 14.000 personas a finales de 2016.
- Estrategia: Explicar el nuevo plan de pensiones a los empleados y destacar las ventajas específicas de su contratación. Posicionar positivamente el plan de pensiones comparándolo con la versión antigua y con otros planes de pensiones de otras empresas.
- Tácticas: Correo electrónico personal del director general sobre las ventajas del nuevo plan y explicando el cambio. Celebrar una reunión municipal organizada por RRHH para explicar el nuevo plan a los empleados. Añadir una nueva sección en el programa de iniciación para los nuevos empleados. Desarrollar gotas de escritorio con comparaciones directas de los planes de pensiones.
Así que, simplemente, los objetivos son lo que quieres conseguir. Tu objetivo debe ser SMART -específico, medible, alcanzable, relevante, programado- y constituye la base de todas las decisiones futuras. Siempre debes mirar lo que estás haciendo y preguntarte «¿me ayuda esto a conseguir mi objetivo?». Si no lo hace, entonces no lo hagas.
Tu estrategia es tu plan de acción para lograr tu objetivo.
Por último, tus tácticas son el «cómo»: ¿qué herramientas vas a utilizar? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Va a utilizar las redes sociales, escribir un boletín de noticias, hacer un vídeo, celebrar una conferencia?
Para poner esto en un ejemplo de negocio, considere lo siguiente:
Un objetivo claro y medible, el plan de acción de alto nivel y, a continuación, el «cómo» utilizando muchos canales diferentes.
Para crear un plan estratégico sólido (de cualquier tipo), debe tener los tres elementos. Su objetivo es el perro superior, gobernando todo lo que está por debajo de él. Su estrategia informa a sus tácticas. Su táctica es el trabajo duro.
Recuerde, sin embargo, que estos planes deben ser documentos vivos, no sólo escritos y guardados en un cajón. Deben revisarse y modificarse con regularidad a medida que avanza su campaña.
Después de todo, como dijo Stephen Hawking, «La inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio».
¿Todavía tiene problemas con su estrategia de comunicación? ¿Quizás le gustaría tener una mirada externa? ¿Por qué no se pone en contacto con nosotros para una consulta gratuita?
Beaumont es una agencia de comunicación con sede en Lausana, Suiza. Trabajamos con clientes de todo el mundo para cambiar la forma de hablar de ellos mismos, ayudándoles a crear historias atractivas que motiven la acción.