El artículo de revisión publicado en CMAJ por McMillan y sus colegas concluyó que hay una escasez de datos de seguridad y eficacia a largo plazo para el uso de sedantes-hipnóticos no benzodiacepínicos como la difenhidramina.1
Un estudio de cohortes prospectivo publicado recientemente revela que un mayor uso acumulado de anticolinérgicos fuertes se asocia con un mayor riesgo de demencia. 2 Los anticolinérgicos incluyen los antidepresivos tricíclicos, los antimuscarínicos de la vejiga y los antihistamínicos de primera generación.
Harvard Health Blog llama la atención sobre este estudio que relaciona el fármaco anticolinérgico común Benadryl con un mayor riesgo de demencia.3
Además de ser un sedante-hipnótico no benzodiacepínico, Benadryl también se utiliza como antihistamínico.
Benadryl puede contener diferentes antihistamínicos. En Vancouver, es difenhidramina; en Londres, Reino Unido, es cetirizina; en Cophenhagen, Dinamarca, es acrivastina.4,5
La difenhidramina que contiene Benadryl está disponible en varios países del mundo, como Estados Unidos, Canadá, Singapur, Taiwán, Italia y Hong Kong, entre otros. Sin embargo, la difenhidramina es una sustancia prohibida en Zambia.
Los pacientes deben comprobar los ingredientes en lugar de confiar en la marca. Se debe tener precaución con el uso a largo plazo de Benadryl (difenhidramina), un antihistamínico y un sedante-hipnótico no benzodiacepínico, debido a la asociación de un mayor riesgo de demencia.
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