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El trastorno bipolar (TP) es un síndrome psiquiátrico crónico con frecuente comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, incluidos los trastornos de ansiedad como el trastorno de pánico (TP). En este informe de caso, la quetiapina (Seroquel®) a dosis bajas trató eficazmente el trastorno de pánico con agorafobia (PDA) y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en un paciente con depresión bipolar.

Ejemplo de caso y datos clínicos. El Sr. A es un hombre de 30 años, soltero y de raza blanca, que cumplía los criterios del DSM-IV-TR para el trastorno bipolar, episodio actual de depresión con rasgos psicóticos incongruentes con el estado de ánimo, PDA y TOC. Su trastorno bipolar se caracterizaba por episodios de disminución de la necesidad de dormir, fuga de ideas, pensamientos acelerados, irritabilidad, agitación, distracción e impulsividad. Estos episodios se alternaban con periodos de estado de ánimo deprimido, anhedonia, llanto frecuente, disminución del sueño, sentimientos de desesperanza, deterioro de la concentración, ideaciones suicidas, ideas de referencia e ideaciones paranoides.

Su PDA se caracterizaba por episodios de palpitaciones, sudoración, temblores, falta de aliento, molestias abdominales, miedo a perder el control, a volverse loco y a morir, entumecimiento, parestesias y ansiedad en torno a las multitudes, las colas, los autobuses y los restaurantes, y por evitarlos. Los síntomas de TOC del Sr. A comprendían pasar varias horas al día comprobando (por ejemplo, para ver si las puertas estaban cerradas), lavándose las manos, cambiándose de ropa y contando. Su examen del estado mental era notable por la inquietud y un estado de ánimo deprimido y ansioso.

Su química sanguínea, completa con el recuento de células sanguíneas y los niveles de la hormona estimulante de la tiroides, era no contributiva.

El Sr. A se inició con risperidona (Risperdal®) 0,5 mg diarios, citalopram (Celexa™) 5 mg diarios y trazodona (Desyrel®) 50 a 100 mg por la noche. Unos días después, descubrió que estos medicamentos no trataban sus síntomas y los suspendió todos unilateralmente. Se inició la quetiapina 50mg por la noche, seguida al día siguiente por la sertralina (Zoloft®) 25mg diarios. Todos los síntomas del Sr. A mejoraron dos días después de iniciar la quetiapina. Creyendo que la quetiapina controlaba adecuadamente todos sus síntomas, suspendió unilateralmente la sertralina. Al cabo de aproximadamente una semana, observó que todos sus síntomas se habían resuelto, excepto su frecuente cambio de ropa. Veinte días después de iniciar la quetiapina, su examen del estado mental estaba dentro de los límites normales; en concreto, su actividad motora era normal y su estado de ánimo eutímico.

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