¿Ha notado que de repente experimenta calambres dolorosos en las piernas, especialmente por la noche? Como tantos otros síntomas misteriosos, los cambios hormonales de la menopausia pueden estar relacionados. Te desvelamos por qué y cómo puedes ayudarte.
¿Por qué los calambres en las piernas están relacionados con la menopausia?
Los problemas de piernas de diversa índole son en realidad bastante comunes en la menopausia. Estos pueden incluir piernas inquietas, dolor de piernas, tobillos hinchados y pies calientes e hinchados. Los calambres en los músculos de las piernas pueden ser uno de los síntomas más dolorosos y es posible que te despierten por la noche con un dolor insoportable. «Más de una vez he tenido un fuerte calambre en la pantorrilla», dice Mónica en nuestro foro Vivir mejor con la menopausia. «Me dolía tanto que me daban ganas de llorar y tardaba mucho en desaparecer. Intenté caminar para que se me pasara, como he hecho en otras ocasiones para los calambres en los pies, pero no funcionó. Si intentaba ponerme de pie y caminar, me dolía aún más. No podía hacer nada más que intentar tumbarme. Al final me puse algo de calor, pero seguía doliendo».
Las probabilidades de que hayas tenido calambres de vez en cuando son altas, pero pueden empeorar o hacerse más frecuentes en la menopausia porque la disminución de estrógenos puede afectar a la absorción del mineral magnesio, y se cree que la falta de magnesio está relacionada con los calambres musculares. Además, el estrés puede conducir a una mayor necesidad de magnesio, por lo que si el lado emocional de la menopausia te está afectando, eso podría estar contribuyendo.
Requilibra tu dieta
Lo primero que debes hacer es comprobar que llevas una dieta sana y equilibrada con mucha fruta fresca y verduras de hoja verde, algo de proteína magra, cereales integrales, frutos secos y semillas. Esto le dará una buena oportunidad de obtener todos los nutrientes que necesita, incluyendo el magnesio y otros minerales.
Considere la posibilidad de tomar un suplemento
A algunas mujeres les resulta útil tomar un suplemento de magnesio. Y si sabes que no siempre consigues seguir una dieta equilibrada, puedes pensar en completarla con un buen suplemento multivitamínico y mineral.
Bebe
La deshidratación puede contribuir a los calambres musculares. Asegúrate de beber al menos 1,5 litros de líquido al día, que puede estar compuesto por líquidos como agua, cordiales sin azúcar, tés y sopas.
Muévete
El ejercicio es beneficioso para la circulación y puede ayudar a prevenir los calambres musculares. Intente realizar al menos una caminata rápida a diario y procure estar activo en general durante todo el día.
Hable con su médico
Si los calambres en las piernas son graves o empeoran, hable con su médico para que le aconseje.