Las plantas de jarra requieren una humedad constante y alta para prosperar. Si experimentan períodos de suelo seco o baja humedad, sus jarras morirán como una forma de preservar la energía. Su planta suele ser capaz de recuperarse de un período de sequía, pero es de esperar que se mueran algunas jarras.
Para evitar jarras marrones y crujientes, siga estas instrucciones:
Riego
Mantenga la tierra constantemente húmeda en todo momento. Una vez que la capa superior se sienta seca, es el momento de volver a regar. Riegue a fondo hasta que salga del drenaje, y vacíe el exceso de agua del platillo.
Humedad
Un gran consejo para ayudar a que su planta prospere es darle una buena ducha cuando la riegue. Llévala a un fregadero y rocía las hojas. Recuerda que las jarras siempre deben tener algo de agua, por lo que es bueno que les eches un poco de agua mientras duchas a tu planta, sólo asegúrate de que no estén llenas de agua en más de un 50%. Otras formas estupendas de aumentar la humedad son utilizar un humidificador, añadir una bandeja con guijarros debajo de su planta o rociarla a diario o un par de veces a la semana.
Nota: Una vez que las jarras se vuelven más de un 50% marrones y se secan, ya no son efectivas y se pueden cortar.