Foto: Phil Oh/Street Peeper
Probablemente hayas pasado toda tu vida adulta buscando ese par de vaqueros perfecto -ni demasiado largos, ni demasiado cortos, que abracen ciertas partes del cuerpo en todos los lugares adecuados- pero son prácticamente un enigma para las mujeres de talla media. ¿La solución? Un sastre.
La mayoría de las mujeres no darían un segundo pensamiento a la alteración de un vestido de cóctel o una chaqueta de traje, pero los pantalones vaqueros por lo general no reciben el mismo tratamiento, a pesar del hecho de que la mayoría de nosotros, literalmente, viven en nuestro denim.
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No es de extrañar que las famosas sean grandes aficionadas a hacerse los vaqueros a medida para que les queden perfectos. Kim Kardashian ha hablado de hacerse unos vaqueros a medida, al igual que Jennifer Aniston. Un buen número de editores de moda también atestiguan ser fans de los vaqueros de Forever 21 y luego hacerlos arreglar (algo que costaría mucho menos que comprar un par de vaqueros de diseño).
Es un truco de estilo que no cuesta mucho (cambiar el dobladillo de los vaqueros te costará unos 10 dólares, mientras que los arreglos más grandes en la mayoría de las sastrerías estarán por debajo de los 50 dólares). Eso significa -usando un par barato- que podrías acabar con unos vaqueros perfectos por una cuarta parte del precio de los vaqueros de diseño.
Aquí, algunos consejos y trucos a tener en cuenta a la hora de comprar y adaptar los vaqueros.
1. Qué tener en cuenta a la hora de comprar vaqueros.
Un gran sastre puede arreglar muchas cosas cuando se trata de vaqueros, pero no todo. El tiro (donde la cintura se asienta en el cuerpo), las caderas y la entrepierna, son tres áreas que son difíciles de recortar para un sastre, así que tenlo en cuenta cuando estés comprando.
2. Antes de llevar tus vaqueros al sastre, lávalos.
Antes de llevar tus vaqueros al sastre, lávalos unas cuantas veces -primero dándoles la vuelta, luego lavándolos en agua fría y luego dejándolos secar. Quieres asegurarte de que tus vaqueros no van a encoger drásticamente después de haberte tomado la molestia de llevarlos al sastre.
3. Lleva zapatos al sastre.
Especialmente si quieres acortar tus vaqueros, vas a querer llevar los zapatos que más piensas usar con ellos al sastre para ayudar al sastre a marcar los vaqueros a la longitud correcta.
4. Alterar la longitud es un juego de niños.
Uno de los arreglos más fáciles que un sastre puede hacer a un par de vaqueros es acortar el largo. Hay dos maneras de hacerlo. La primera técnica se conoce como «dobladillo original» o «dobladillo europeo». El sastre quitará el dobladillo original de los vaqueros y lo volverá a colocar después de cortar el exceso de tela. Aunque esto le costará un poco más, también significará que el dobladillo de sus vaqueros acabará teniendo el mismo aspecto que cuando los compró en la tienda.
La otra técnica es que puede pedirle a su sastre que le haga un «dobladillo interior», que consiste en doblar la tela sobrante y coserla en su sitio. En general, hay que tener en cuenta algunas cosas a la hora de cambiar el largo de tus vaqueros: Si los acortas más de cinco centímetros, puedes acabar cambiando la forma de la pierna de los vaqueros. Además, si estás confeccionando unos vaqueros que están desteñidos o deteriorados, debes asegurarte de que el recorte del largo no cambiará drásticamente el aspecto.
5. Otro arreglo fácil: Adelgazar las piernas de los vaqueros.
Si encuentra que los muslos de sus vaqueros son un poco demasiado holgados, o tiene un par de vaqueros de pierna recta que quiere convertir en un par de vaqueros pitillo, no tema, adelgazar las piernas de los vaqueros es un arreglo bastante fácil para un sastre, que fijará con alfileres a lo largo de la costura interior, dará la vuelta a sus vaqueros, y cortará el exceso de tela, o coserá ese exceso de tela dentro de los vaqueros.
Tenga en cuenta que, si piensa meter las pantorrillas en sus vaqueros, es posible que también tenga que volver a doblar los bajos.
6. Recorte en la cintura para un ajuste perfecto.
Una de las mayores quejas de las mujeres cuando se trata de vaqueros es que la cintura les queda mal (y acaba abriéndose). Un buen sastre puede modificar la cintura de tus vaqueros para recortarla un poco (no podemos decir la gran diferencia que esto puede suponer, especialmente para las mujeres con curvas). Tenga en cuenta que no debe reducir sus vaqueros más de 2,5 cm en la cintura, o podría cambiar la forma de sus vaqueros y la posición de los bolsillos.