Si bien la palabra española grutas se traduce literalmente como «grutas», en México se utiliza a menudo para describir varios sistemas de cuevas, desde Cacahuamilpa, hasta García y Tolantongo. Este último, ubicado en el norte del estado de Hidalgo, es conocido como destino turístico por su combinación de cuevas y ríos termales.
Tolantongo, el río principal y homónimo, ayuda a diferenciar estas grutas de otras del país por las actividades acuáticas que ofrece. Entre ellas se encuentran los balnearios, que en español es una especie de término que engloba las atracciones relacionadas con el agua. Tolantongo es una combinación de balneario y parque acuático, con piscinas termales.
Como muchos otros destinos turísticos naturales de México, Tolantongo está administrado bajo el sistema de ejidos (Hierve el Agua es otro ejemplo conocido). Esto significa que la tierra no es pública, sino que es propiedad privada de los miembros de la comunidad local en un sistema similar al de las cooperativas. Son estos ejidatarios los que invierten en la infraestructura para los visitantes.
El desarrollo de las grutas como destino turístico comenzó en la década de 1970, principalmente con el establecimiento de senderos y caminos que conducen y conectan las cuevas, los ríos y las cascadas del sistema. A medida que el turismo crecía, se añadieron más elementos, como restaurantes y hoteles, en la década de 1990. La construcción del parque acuático comenzó a mediados de la década de 2000.
El desarrollo de elementos creados por el hombre sobre una maravilla natural ha sido controvertido, al igual que el sistema de cooperación ejidal. A menudo se considera que una menor participación gubernamental conduce a una menor responsabilidad y a una mayor probabilidad de convertirse en objetivo de las organizaciones criminales. A pesar de ello, sigue siendo un ejemplo vivo de la extensión de modelos económicos alternativos, incluso en industrias como el turismo.