El polvo de algarroba es definitivamente nutritivo. Proviene de la vaina (semilla) del algarrobo (Ceratonia siliqua), también llamado pan de San Juan o algarrobo. Se menciona en la Biblia, de donde puede provenir la veneración original por ella. Las vainas son grandes y tienen almidón, por lo que son fáciles de tostar y moler hasta obtener un polvo fino. Se ha utilizado como sustituto del chocolate durante años debido a su sabor similar al del chocolate.
En comparación con el cacao en polvo, contiene algo menos de grasa y menos kilojulios, pero niveles similares de vitaminas del grupo B. Es una agradable bebida caliente preparada con leche, como un chocolate caliente. No es tan amargo, por lo que se puede reducir la cantidad de azúcar que se añade, una ventaja.
El polvo de algarroba tampoco contiene los estimulantes cafeína y teobromina que se encuentran en el chocolate (hay que admitir que en niveles bajos), lo que puede ser una ventaja si se es supersensible a la cafeína o se quiere evitar por completo. Pero además, la algarroba tampoco tiene los antioxidantes que se encuentran en el chocolate negro.
La algarroba como bloque sólido
Sin embargo, una vez convertida en una barrita de algarroba o en la cobertura de una barrita de muesli, descubrirá que contiene tanta grasa, azúcar y kilojulios como el chocolate normal.
Compare un pequeño bloque de 50g de chocolate de algarroba. Tiene unos 15g de grasa y 2150 kilojulios, lo mismo que una tableta de 50g de chocolate con leche. La única ventaja es un contenido de azúcar ligeramente inferior (21g frente a 28g) y más fibra y potasio.
Aunque la grasa del chocolate -la manteca de cacao- es altamente saturada, muchos estudios demuestran que esta grasa no aumenta el colesterol en sangre. En el caso de la algarroba, se puede añadir cualquier tipo de grasa, pero a menudo no se sabrá cuál es: lo único que se leerá es «Aceite vegetal» en la etiqueta.
La conclusión:
Las coberturas o barritas de algarroba no tienen ninguna ventaja significativa para la salud sobre el chocolate. De hecho, son muy similares. Ambos son ricos en kilojulios, grasas y azúcares y deben consumirse con moderación.
El polvo de algarroba es un sustituto sin cafeína en las bebidas y en la cocina – ¡pero por el sabor sabrás que es diferente!
