Una ecografía o ultrasonido es una imagen obtenida con un ecógrafo, un procedimiento médico sencillo, indoloro y no invasivo, sin exposición a la radiación, que se realiza con fines tanto diagnósticos como terapéuticos. Se produce después de que el transductor de un ecógrafo envíe ondas sonoras a la zona del cuerpo que se va a examinar, y éstas sean reflejadas por los tejidos/órganos y captadas por un ordenador del ecógrafo, que las utiliza para crear una imagen.
Hay una gran variedad de tipos de ecografías, entre ellas:
Vascular: se utiliza en angiología para diagnosticar enfermedades venosas y arteriales, como trombosis o estenosis, mediante la evaluación del flujo sanguíneo y la anatomía de los vasos con la aplicación de la tecnología Doppler.
Ecocardiograma: ecografía del corazón, que utiliza ultrasonidos bidimensionales, tridimensionales y Doppler estándar para crear imágenes del corazón, para el diagnóstico, la gestión y el seguimiento de pacientes con afecciones cardíacas, siendo así una técnica de imagen dinámica.
Medicina de urgencias: evalúa condiciones emergentes como el taponamiento cardíaco o el hemoperitoneo en pacientes críticos, especialmente después de un traumatismo, lo que se define como el examen de evaluación focalizada con ecografía para traumatismos (FAST).
Obstetricia: crea imágenes visuales en tiempo real del feto en desarrollo en el útero de la madre, siendo esta una parte estándar de la atención prenatal en muchos países.