Rebeca era hija de Betuel, sobrina nieta de Abraham, y hermana de Labán. Rebeca se convirtió en la esposa de Isaac, que era el hijo prometido de Abraham y Sara.
Rebeca tuvo dos hijos, Esaú y Jacob. La nación de Israel provino de Jacob, y la línea de Esaú se convirtió en los edomitas.
Significado del nombre de Rebeca
El significado hebreo del nombre Rebeca» es «atar firmemente» o «un lazo». «Aplicado a una mujer, la figura sugiere su belleza por medio de la cual los hombres son atrapados o atados. Así, otro significado de Rebeca es el de «cautivadora», según BibleGateway.
Como su nombre reflejaba, Rebeca era una mujer de belleza cautivadora. En Génesis 24:16 se señala que «la joven era de apariencia muy atractiva, una doncella que ningún hombre había conocido»
Isaac ni siquiera quería referirse a ella como su esposa por la posibilidad de que otros hombres celosos lo mataran para llegar a Rebeca (Génesis 26:7).
El matrimonio de Rebeca con Isaac
Después de la muerte de Sara, Abraham envió a su siervo a su ciudad natal de Aram Nahariam para seleccionar una novia para su hijo Isaac. Al siervo se le proporcionó ropa, joyas y regalos para que se los diera a la novia y a su familia. Antes de salir de viaje, el siervo estaba preocupado por si la mujer regresaría con él. Abraham alivió su preocupación diciéndole al sirviente que sería «liberado de este juramento» (Génesis 24:8) si la mujer no estaba dispuesta a volver con él.
Durante el viaje oró: «Señor, Dios de mi amo Abraham, hazme triunfar hoy, y muestra bondad a mi amo Abraham» (Génesis 24:12). El siervo pidió a Dios una señal en el versículo 14: «Que cuando le diga a una joven: ‘Por favor, baja tu cántaro para que pueda beber’, y ella me diga: ‘Bebe, y yo también daré de beber a tus camellos’, sea ella la que has elegido para tu siervo Isaac. Antes de que el siervo terminara su oración, apareció una joven con una jarra al hombro y bajó al manantial para sacar agua. La conversación entre el siervo y quien pronto supo que era Rebeca siguió el guión exactamente como se menciona en Génesis 24:43-44. Después de algunas vacilaciones, el padre y el hermano de Rebeca accedieron a que se fuera con el criado.
Al acercarse a la casa de Abraham, Rebeca vio a Isaac rezando su oración de la tarde. Quedó prendada de tanta espiritualidad y saltó de su camello y preguntó por su identidad. Cuando se dio cuenta de que era su futuro marido, se puso un velo. Isaac se casó entonces con Rebeca en la tienda de su madre.
Los hijos de Rebeca: Esaú y Jacob
Cuando Rebeca se quedó embarazada de gemelos, se sintió confundida porque «los bebés se empujaban unos a otros dentro de ella, y dijo: «¿Por qué me pasa esto?». Entonces fue a consultar al Señor» (Génesis 25:22).
El Señor respondió: «Dos pueblos están en tu vientre, y dos personas de tu interior serán separadas; un pueblo será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al joven». (Génesis 25:23).
Un aspecto destacado de la vida de Rebeca es su actuación en el engaño a su marido, Isaac. Esaú era el primogénito de Isaac y Rebeca y, por tanto, tenía derecho a la bendición. Pero Rebeca orquestó un plan para que su hijo menor, Jacob, recibiera la bendición en su lugar.
Isaac era de edad avanzada, entre los 132 y 137 años, y quería otorgar la bendición antes de su muerte. Su madre murió a los 137 años y los Sabios enseñaron que el hijo muere cerca de la misma edad del padre que murió primero. Sabiendo que su muerte se acercaba, Isaac pidió a Esaú: «Toma tus armas, tu carcaj y tu arco, y sal al campo a cazar para mí, y prepárame una comida deliciosa, de las que me gustan, y tráemela para que coma, para que mi alma te bendiga antes de morir» (Génesis 27:3-4).
Rebecca estaba escuchando la petición de Isaac y le dijo a Jacob que «fuera al rebaño y me trajera dos buenas crías de cabra, para que preparara de ellas una comida deliciosa para tu padre, como a él le gusta» (Génesis 27:9). Entonces Isaac creería que Jacob era Esaú y le daría al hijo menor la bendición del primogénito.
Pero a Jacob le preocupaba que este plan para engañar a su padre pudiera fracasar, incluso con la deteriorada visión de Isaac, porque Esaú era un hombre peludo y él estaba bien afeitado. La solución de Rebeca fue vestir a Jacob con la ropa de Esaú. También puso las pieles peludas de las cabras jóvenes en las manos y el cuello de Jacob para asemejarse a la sensación de un «hombre peludo» como Esaú.
Jacob se acercó a su padre, e Isaac pidió que Jacob se «acercara» para poder identificar positivamente a Esaú. Isaac comentó: «la voz es de Jacob, pero las manos son de Esaú» (Génesis 27:22). La farsa tuvo éxito cuando Isaac pidió la comida y procedió a bendecir a Jacob. Continuó cuando Isaac pidió al hijo que «se acercara y me besara, hijo mío». Génesis 27:26. Este aspecto del engaño también pasó la inspección porque «Isaac olió el olor de sus vestidos» y determinó que «¡el olor de mi hijo es como el olor de un campo que el Señor ha bendecido!» (Génesis 27:27).
La farsa se desveló finalmente cuando Esaú regresó. Sin saber que la bendición había sido otorgada a su hermano, Esaú «también preparó comida deliciosa y se la llevó a su padre» y le dijo: «levántate mi padre y come de la caza de su hijo, para que me bendigas» (Génesis 27:31). Isaac se dio cuenta de que había sido engañado e informó a Esaú: «tu hermano ha venido con engaño y te ha quitado la bendición» (Génesis 27:35).
Esto hizo que Esaú odiara a su hermano y amenazara con matarlo. Rebeca informó a Jacob del plan de Esaú y le aconsejó que huyera a su hermano Labán hasta que la «furia de Esaú se apartara» y «olvidara lo que le has hecho» (Génesis 27:43).
¿A qué edad murió Rebeca? ¿Dónde fue enterrada?
Las circunstancias que rodearon la muerte de Rebeca no se mencionan en la Biblia. Pero su lugar de entierro se menciona en Génesis 49:29-31. Era la cueva donde ya estaban enterrados Abraham, Sara e Isaac.
Utilizando la Torá, se puede determinar que Rebeca tenía 120 o 134 años de edad en el momento de su muerte.
Abraham tenía 86 años cuando nació Ismael y vivió otros 51 años. Abraham tenía 100 años cuando nació Isaac. Isaac tenía 60 años cuando nacieron tanto Jacob como Esaú. El Talmud señala que Jacob no llegó a casa de Labán hasta los 77 años porque pasó 14 años estudiando en una institución educativa judía. Jacob pasó 20 años con Labán, lo que indicaría que tenía 97 años. Rebeca murió poco después y, por lo tanto, tendría 120 o 134 años según la edad exacta en el momento de su matrimonio.
Chad es un creyente en Cristo, abogado, aspirante a golfista, corredor, amante de los perros y escritor. Disfruta sirviendo a su iglesia como diácono y maestro de escuela dominical. Puedes encontrarlo en Facebook, Twitter y en su devoción por el golf par3sixteen.com. Él y su esposa Brandi residen en Tennessee con su hijo canino Alistair.
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