Cuando se trata de recursos energéticos, siempre está la cuestión de la sostenibilidad. Es importante que los recursos proporcionen suficiente energía para satisfacer nuestras necesidades: calentar nuestras casas, alimentar nuestras ciudades y hacer funcionar nuestros coches. Sin embargo, también es importante tener en cuenta cómo se pueden utilizar estos recursos a largo plazo. Algunos recursos prácticamente no se agotan. Son los llamados recursos renovables. Los recursos renovables también producen energía limpia, lo que significa menos contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático.
Las fuentes de energía de Estados Unidos han evolucionado a lo largo del tiempo, desde el uso de la madera antes del siglo XIX hasta la posterior adopción de recursos no renovables, como los combustibles fósiles, el petróleo y el carbón, que siguen siendo las fuentes de energía dominantes en la actualidad. Pero la Tierra tiene un suministro limitado de estos recursos. Recientemente, el uso de recursos renovables ha empezado a aumentar. Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el 11 por ciento del consumo de energía de Estados Unidos provino de recursos renovables en 2017.
Hay algunos desafíos asociados con el uso de recursos renovables. Por ejemplo, la energía renovable puede ser menos fiable que la no renovable, con cambios estacionales o incluso diarios en la cantidad producida. Sin embargo, los científicos se enfrentan continuamente a estos retos, trabajando para mejorar la viabilidad y la fiabilidad de los recursos renovables.
Los recursos renovables incluyen la energía de la biomasa (como el etanol), la energía hidroeléctrica, la energía geotérmica, la energía eólica y la energía solar.
La biomasa se refiere a la materia orgánica procedente de plantas o animales. Esto incluye la madera, las aguas residuales y el etanol (que proviene del maíz u otras plantas). La biomasa puede utilizarse como fuente de energía porque este material orgánico ha absorbido energía del Sol. Esta energía, a su vez, se libera en forma de energía térmica cuando se quema.
La energía hidráulica es uno de los recursos renovables más antiguos y se ha utilizado durante miles de años. Hoy en día, todos los estados de Estados Unidos utilizan alguna cantidad de energía hidroeléctrica. Con la energía hidroeléctrica, se utiliza la energía mecánica del agua que fluye para generar electricidad. Las centrales hidroeléctricas utilizan el flujo de los ríos y arroyos para hacer girar una turbina que acciona un generador, liberando electricidad.
La energía geotérmica proviene del calor generado en las profundidades del núcleo de la Tierra. Los yacimientos geotérmicos pueden encontrarse en los límites de las placas tectónicas, cerca de la actividad volcánica, o en las profundidades del subsuelo. La energía geotérmica puede aprovecharse perforando pozos para bombear agua caliente o vapor a una central eléctrica. Esta energía se utiliza entonces para la calefacción y la electricidad.
La energía eólica genera electricidad haciendo girar turbinas de viento. El viento empuja las palas de la turbina y un generador convierte esta energía mecánica en electricidad. Esta electricidad puede suministrar energía a los hogares y otros edificios, e incluso puede almacenarse en la red eléctrica.
La radiación del Sol también puede utilizarse como fuente de energía. Se pueden utilizar células fotovoltaicas para convertir esta energía solar en electricidad. Por separado, estas células sólo generan la energía suficiente para alimentar una calculadora, pero cuando se combinan para crear paneles solares o incluso conjuntos más grandes, proporcionan mucha más electricidad.
Buscar el método adecuado para utilizar los recursos renovables es una tarea cada vez más importante, ya que el suministro de recursos no renovables de la Tierra sigue disminuyendo. La conversión a la energía renovable no sólo permitirá sostener mejor a la población mundial en rápido crecimiento, sino que también proporcionará un medio ambiente más limpio y saludable para las generaciones venideras.