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Rex W. Tillerson

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Rex W. Tillerson, (nacido el 23 de marzo de 1952, Wichita Falls, Texas, Estados Unidos), ejecutivo empresarial estadounidense que fue secretario de Estado (2017-18) en la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Anteriormente fue presidente y consejero delegado (2006-16) de Exxon Mobil Corporation.

Tillerson creció en Oklahoma y Texas -dos de los principales productores de petróleo y gas natural del país- y se licenció en ingeniería por la Universidad de Texas en Austin en 1975. Enseguida se incorporó a Exxon Corporation como ingeniero de producción, y a mediados de los años 80 era director de desarrollo de negocio en el departamento de gas natural de la empresa. Más tarde fue director general (1989-92) de la producción de petróleo y gas de Exxon en una región que abarcaba Arkansas, Kansas, Oklahoma y Texas. Tillerson asumió su primera misión en el extranjero como presidente de Exxon Yemen, Inc. y a continuación supervisó (1995-99) las operaciones de la empresa en la meseta de Khorat, en Tailandia, en el Mar Caspio y en la isla rusa de Sajalín. Después de que Exxon se fusionara con Mobil Corp. en 1999 para formar Exxon Mobil, ocupó varios puestos de alta dirección. El presidente y director general Lee Raymond eligió personalmente a Tillerson como su sucesor, y éste asumió el mando de la empresa combinada en 2006. Durante sus años de liderazgo, Exxon Mobil se situó cerca de los primeros puestos entre las empresas más rentables del mundo.

Los éxitos de Tillerson se derivaron de un amplio conocimiento práctico de las numerosas operaciones de petróleo y gas natural de Exxon Mobil. Su experiencia en la gestión de operaciones upstream (exploración y perforación) que suponían un reto tecnológico y geológico le preparó para las difíciles condiciones que se convirtieron en la norma de la industria petrolera en el siglo XXI, especialmente a medida que disminuía el suministro mundial de crudo de fácil acceso. La geopolítica supuso otro reto, sobre todo con la nacionalización de los campos petrolíferos en Venezuela (2007), que despojó a Exxon Mobil de sus concesiones petrolíferas en dos proyectos venezolanos. A pesar de estos retos, Tillerson afirmó que los combustibles fósiles representaban el único recurso capaz de satisfacer la creciente demanda energética mundial y mantuvo su compromiso con la producción de petróleo. En 2008, Exxon Mobil reveló su plan de abandonar el negocio de la gasolina al por menor, de bajo margen, y en pocas semanas Tillerson anunció que la empresa había batido su propio récord de ingresos. En 2011 ayudó a negociar un acuerdo que permitía a Exxon Mobil explorar en busca de petróleo en la sección del Océano Ártico que estaba controlada por Rusia. Sin embargo, el acuerdo quedó en suspenso en 2014 cuando Estados Unidos impuso sanciones a Rusia tras la anexión de Crimea por parte de esta última.

Aunque Tillerson no tenía experiencia en el sector público, en diciembre de 2016 fue seleccionado por el presidente electo Donald Trump para ocupar el cargo de secretario de Estado. Ese mismo mes renunció a Exxon. En enero de 2017 comenzaron sus audiencias de confirmación en el Senado, que resultaron muy polémicas, ya que algunos senadores cuestionaron sus vínculos con Rusia. Sin embargo, Tillerson fue finalmente confirmado, 56-43, y asumió el cargo en febrero.

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Cumpliendo su promesa de aplicar importantes recortes, Tillerson comenzó a reorganizar el Departamento de Estado. Se produjeron numerosos despidos, renuncias y jubilaciones anticipadas, y se decretó la congelación de las contrataciones. Las reducciones de personal resultaron controvertidas, ya que algunos diplomáticos afirmaron que el departamento se había vuelto ineficaz. En cuestiones de política, Tillerson se encontró a menudo en desacuerdo con Trump. En particular, mientras Tillerson buscaba una solución diplomática con Corea del Norte en relación con el desarrollo de armas nucleares de ese país, Trump declaró que estaba «perdiendo el tiempo». En medio de un creciente distanciamiento entre los dos hombres -Tillerson supuestamente llamó «imbécil» a Trump-, su futuro como secretario de Estado suscitó numerosas especulaciones, y el 13 de marzo de 2018, Trump anunció públicamente -a través de Twitter- que sustituía a Tillerson. Para «garantizar una transición ordenada y sin problemas», Tillerson permaneció en el cargo hasta el 31 de marzo, aunque delegó sus funciones en el vicesecretario de Estado.

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