La ciudad antigua está rodeada por una enorme muralla de 6 a 9 metros de altura, atravesada por numerosas puertas. La más notable desde el punto de vista arquitectónico es la Puerta del Yemen (Bāb al-Yaman), rebautizada como Puerta de la Libertad tras la revolución de 1962. La antigua Sanaa cuenta con 106 mezquitas, 12 hammams (baños) y 6.500 casas, todas ellas construidas antes del siglo XI. Las casas con torres de varios pisos, construidas con piedra de basalto oscuro y ladrillo, están decoradas con intrincados frisos y hermosas ventanas talladas. La mezquita más notable de Sanaa, Al-Jamīʿ al-Kabīr (Gran Mezquita), contiene un santuario sagrado que fue en su día objeto principal de veneración de Zaydī. Los antiguos zocos (suqs en árabe, plazas de mercado) comienzan en Bāb al-Yaman y se extienden hacia el norte, pasando por la Gran Mezquita. La zona se llama Sūq al-Milh (mercado de la sal), pero está formada por muchos zocos más pequeños que venden una gran variedad de productos. Al noroeste de la ciudad vieja se encuentra el antiguo palacio de verano del imán, encaramado en un escarpado afloramiento rocoso con vistas al Wadi Dharr. El barrio ajardinado de Rawḍah, al norte de Sanaa, cuenta con una bonita mezquita de estilo morisco. Qāʿ al-Yahūd (barrio judío), un gueto amurallado en la parte occidental de la ciudad, fue durante mucho tiempo un centro de práctica de la artesanía tradicional, como la orfebrería fina y el bordado. Prácticamente todos los judíos de la capital emigraron a Israel en 1949-50, lo que supuso un golpe casi mortal para la economía artesanal.