Santo Tomás Apóstol

La historia de Santo Tomás Apóstol

¡Pobre Tomás! Hizo un comentario y desde entonces se le llamó «Tomás el Dudoso». Pero si dudaba, también creía. Hizo lo que sin duda es la declaración de fe más explícita del Nuevo Testamento: «¡Señor mío y Dios mío!» y, al expresar así su fe, dio a los cristianos una oración que se rezará hasta el final de los tiempos. También dio lugar a un cumplido de Jesús a todos los cristianos posteriores: «¿Habéis llegado a creer porque me habéis visto? Dichosos los que no han visto y han creído» (Juan 20:29).

Thomas debería ser igualmente conocido por su valentía. Tal vez lo que dijo fue impetuoso -ya que huyó, como los demás, en el enfrentamiento-, pero difícilmente puede haber sido insincero cuando expresó su voluntad de morir con Jesús. La ocasión fue cuando Jesús le propuso ir a Betania después de la muerte de Lázaro. Como Betania estaba cerca de Jerusalén, esto significaba caminar en medio de sus enemigos y hacia una muerte casi segura. Al darse cuenta de ello, Tomás dijo a los demás apóstoles: «Vayamos también nosotros a morir con él» (Juan 11:16b).

Reflexión

Tomás comparte la suerte de Pedro el impetuoso, de Santiago y Juan, los «hijos del trueno», de Felipe y su insensata petición de ver al Padre; en fin, de todos los apóstoles en su debilidad y falta de entendimiento. Sin embargo, no debemos exagerar estos hechos, pues Cristo no eligió a hombres inútiles. Pero su debilidad humana vuelve a señalar el hecho de que la santidad es un don de Dios, no una creación humana; se da a hombres y mujeres corrientes con debilidades; es Dios quien transforma gradualmente las debilidades en la imagen de Cristo, el valiente, confiado y amante.

Santo Tomás Apóstol es el Patrón de:

Arquitectos/Empresarios/Trabajadores de la construcción/Encuestadores
India
Pakistán
Sri Lanka
Teólogos

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