La salsa, el versátil y delicioso brebaje de verduras y hierbas, es una delicia que se puede hacer fácilmente en casa y consumir durante todo el año. ¿Cómo? Congelándola, por supuesto. Deja que Tastessence te cuente más.
Regla
Deja de lado tus expectativas desmesuradas para empezar. La salsa suele estar hecha de verduras, principalmente tomates, y no se congelan demasiado bien. Así que, cuando descongeles la salsa, puedes esperar que quede un poco empapada con un sabor ligeramente alterado. Por lo tanto, la salsa congelada es mejor utilizarla como un aditivo en un plato, en lugar de consumirla directamente como un dip.
Aquellos que aman el sabor dulce y ácido de los tomates, a menudo lamentan el hecho de que los productos frescos están disponibles sólo durante unos pocos meses del año. Sí, existe el ketchup y la salsa embotellada, pero ¿realmente igualan los sabores sanos de sus homólogos caseros? Por supuesto que no.
Aunque la salsa comprada en la tienda puede durar meses, tiene el coste de estar cargada de conservantes -y seamos sinceros- que acaban alterando el sabor.
¿PUEDE CONGELARSE LA SALSA?
Entonces, si eres un fanático de la salsa casera (¿quién no lo es?), y deseas saborearla todo el año, tenemos buenas noticias para ti. Puedes hacer una salsa básica en casa y congelarla durante 3 ó 4 meses, e incluso más si tienes mucho cuidado al hacerla y envasarla. A continuación te explicamos cómo hacerlo.
Receta de salsa básica de tomate
♨ 7 libras de tomates maduros
♨ 3 cebollas, finamente picadas
♨ 1 taza de cilantro fresco, finamente picado
♨ 1 cucharada de ajo, finamente picado
♨ 1 cucharadita de sal
♨ 1 cucharadita de comino molido
♨ ½ cucharadita de pimienta de cayena molida
♨ ⅛ taza de jugo de limón
♨ Chiles jalapeños*, picados
♨ Agua
* Utilizar según el nivel de picor deseado.
Procedimiento:
➜ Llena una cacerola grande con suficiente agua para sumergir los tomates, y llévala a ebullición.
➜ Añade los tomates al agua hirviendo durante un minuto aproximadamente, o hasta que las pieles se suelten.
➜ Escurre el agua, retira las pieles de los tomates y tritúralos. Puedes triturarlos usando una batidora.
➜ Mezcla los tomates triturados, los ajos picados, el zumo de limón, la sal, el comino molido y la pimienta de cayena molida en una olla grande, y bátelo bien. Lleva la mezcla a ebullición, y luego añade las cebollas, el cilantro y los jalapeños.
➜ Deja que esto se cocine a fuego lento durante unos 40 – 50 minutos, para que las verduras se ablanden hasta convertirse en puré. Mantén la olla al fuego hasta que obtengas el espesor deseado en la consistencia-recuerda cocinar hasta que gran parte del líquido de la salsa se evapore.
➜ Una vez que la salsa esté bien cocida, déjala enfriar. Utilice bolsas de congelación resellables para guardar la salsa. Asegúrate de presionar la bolsa para eliminar todo el aire del envase, antes de cerrarla.
➜ Utiliza bolsas de tamaño más pequeño para que puedas utilizarlas en cantidades medidas, conservando así la frescura de las bolsas selladas restantes durante más tiempo.
PUNTOS PARA CONGELAR LA SALSA
Entiende qué es realmente la salsa. En la cocina mexicana y española, ‘salsa’ es un término amplio que abarca una variedad de salsas y salsas -finas, con trozos, suaves, picantes, suaves, verdes, negras, etc.; de hecho, la propia palabra significa ‘salsa’ en español. Uno puede hacer la versión básica con tomates, o incluso utilizar frutas como mangos, melones, melocotones, piña o tomatillos.
Las salsas más gordas no deberían congelarse. Si desea congelar la salsa, lo mejor es hacer un puré con los ingredientes. Los trozos de verdura tienen un sabor celestial cuando se consumen frescos, pero tienden a perder sus sabores ya que se vuelven acuosos cuando se almacenan en el congelador durante mucho tiempo.
Cocina tu salsa para prolongar su vida. Todos sabemos que la salsa cruda o la salsa fresca saben a pedacitos de cielo, pero por muy desafortunado que sea, realmente no se puede congelar por mucho tiempo. No durará, en primer lugar, y tampoco estará a medio camino en el departamento de sabor.
Congelarla en los recipientes adecuados sí marca la diferencia. La regla de oro para que cualquier alimento congelado dure mucho tiempo es protegerlo de la exposición al aire. El oxígeno del aire puede decolorar la salsa y hacer que su vida útil disminuya drásticamente. Por ello, lo mejor es utilizar tarros de cristal o bolsas de congelación que bloquean el exceso de aire, conservando así el contenido durante más tiempo.
Congélala en pequeñas porciones si la consumes con frecuencia. Acabamos de mencionar cómo la exposición frecuente al aire puede hacer que tu querida salsa se estropee en poco tiempo. Por lo tanto, no es agradable cuando sigues abriendo y cerrando el frasco de salsa congelada cada dos días. Lo ideal es que los adictos a la salsa la congelen en tarros o bolsas de pequeño tamaño, ideales para una o dos raciones. De esta manera, podrás prolongar la estancia de la salsa en tu congelador.
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