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Soluciones para la salud pélvica

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La capacidad de relajar conscientemente los músculos del suelo pélvico es una parte fundamental de su programa de recuperación. Debe aprender a relajar estos músculos antes de que puedan volver a ser funcionales y libres de dolor. La relajación del suelo pélvico, o kegels inversos, también se denomina entrenamiento de los músculos. La sensación de soltar el suelo pélvico es similar al momento de alivio cuando has llegado al baño; cuando orinas o defecas, primero dejas caer el suelo pélvico y sueltas los músculos del suelo pélvico (PFM). Presta atención a esto y comprueba si puedes sentir que ocurre. La clave para dejar caer el suelo pélvico es la visualización y la respiración profunda. La mejor manera de liberar conscientemente la tensión de los PFM es intentar soltar los músculos mientras inhalas. Cuando inhalas correctamente con la respiración diafragmática, el diafragma baja para dejar espacio a la respiración, por lo que es natural que también baje y relaje los músculos del suelo pélvico al mismo tiempo. Al exhalar, el diafragma se eleva para expulsar el aire y, de forma natural, se elevan o contraen los músculos del suelo pélvico al exhalar. Si consigues este Ritmo del Suelo Pélvico, los kegels inversos serán mucho más fáciles de hacer.

Para hacer un kegel inverso, empieza por contraer suavemente tu suelo pélvico para sentir cómo se sienten los músculos tensos. Ahora relájate y deja que esa tensión desaparezca. Siente la diferencia entre la tensión y la relajación. Intenta ir un paso más allá y visualiza que los músculos situados entre el pubis y el coxis se alargan moviendo suavemente el pubis hacia el techo (si estás tumbado de espaldas), y mueve suavemente el coxis hacia la superficie en la que estás tumbado. Imagina que los músculos del suelo pélvico se alargan mientras esto sucede, creando más espacio en tu suelo pélvico. Hazlo al mismo tiempo que inspiras profundamente. No inclines la pelvis mientras lo haces. Mantén la columna vertebral inmóvil y deja que el movimiento se produzca en el suelo pélvico. Ten paciencia. Se necesita algo de tiempo para sentir la relajación o el alargamiento de estos músculos. Esto se puede practicar sentado y de pie también.

Es útil tomar un espejo para mirar su contracción y relajación. Al realizar una contracción del suelo pélvico (Kegel) el clítoris de la mujer debe moverse ligeramente hacia abajo, el ano debe guiñar el ojo y el cuerpo perineal (zona entre la vagina y el ano) debe moverse hacia arriba y hacia dentro. En el caso de los hombres, debe ocurrir lo mismo, excepto que el pene y los testículos deben levantarse ligeramente. En el Kegel inverso, debes ver que el ano se libera y el cuerpo perineal se mueve hacia abajo, hacia el espejo. También deberías sentir que estás creando más espacio entre el hueso púbico y el coxis. No hagas que ocurra, visualiza y deja que ocurra!

Al final, una vez que hayas dominado el arte de la relajación de los músculos del suelo pélvico, tendrás que comprobar tu suelo pélvico a lo largo del día, y soltar cualquier tensión que descubras.

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