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Su preadolescente: De 10 a 13 años

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Los «años de la adolescencia» pueden ser un reto tanto para los niños como para sus padres. Los jóvenes adolescentes continúan explorando su comunidad y su mundo y comienzan a desarrollar identidades únicas separadas de sus padres.

Aunque el niño no lo reconozca a menudo, los padres siguen siendo extremadamente importantes en la vida de un joven adolescente. Su hijo necesita su estímulo, sus enseñanzas y su disciplina, así como su capacidad para modelar las interacciones sociales y la toma de decisiones.

Nutrición

A estas alturas, la mayoría de los niños saben qué alimentos son saludables y se les puede animar a que hagan elecciones nutritivas.

  • Permita a su joven adolescente que busque en libros de cocina y elija nuevas recetas saludables para que las pruebe la familia. Puede hacer una lista de ingredientes e ir a comprar con usted. Preparar una comida da a los preadolescentes la oportunidad de aprender habilidades organizativas, ser creativos, ayudar a la familia y compartir el placer de comer los alimentos que han preparado.
  • Haga alimentos para el desayuno, como huevos o tortitas para la cena, y prepare un alimento para la cena, como tacos, para el desayuno. A los preadolescentes les gusta saber que sus padres pueden ser flexibles con las rutinas.
  • Continúe siendo un buen modelo eligiendo alimentos saludables y comiendo muchas frutas y verduras.
  • Algunas investigaciones muestran que los estadounidenses necesitan más vitamina D. Considere un multivitamínico.
  • Los preadolescentes y los adolescentes están creciendo rápidamente y necesitan calcio para desarrollar una buena salud ósea ahora y en el futuro. Los adolescentes necesitan al menos 1.500 mg de calcio al día, así que considere la posibilidad de tomar un suplemento de calcio.
  • Todos los miembros de la familia deben limitar la ingesta de alimentos fritos, alimentos grasos y comida basura. Ya que controlas la lista de la compra, elige los alimentos con cuidado. No compres refrescos, patatas fritas, caramelos, galletas o magdalenas. Entre las alternativas nutritivas para los tentempiés están la fruta fresca, las palomitas de maíz, las galletas saladas, el queso en tiras, las pasas, los frutos secos, los palitos de zanahoria, el yogur y los frutos secos.

    La hora de la cena en familia

    Una de las mejores tradiciones familiares es sentarse a comer juntos. Animamos especialmente a las familias a cenar juntas. Una cena familiar permite a la familia reagruparse y compartir los acontecimientos del día entre ellos. Se puede aprovechar este momento para divertirse, compartir experiencias, hablar de sentimientos y emociones y discutir problemas. Sin embargo, no es un momento para la disciplina. La hora de la comida debe ser relajante. También es una buena idea apagar la televisión durante la cena para animar a todos a hablar.

    Las investigaciones han demostrado que los adolescentes son menos propensos a participar en comportamientos de alto riesgo si han compartido la hora de la comida con sus padres.

    Cuidado dental

    Su hijo debe seguir acudiendo a las visitas regulares al dentista y debe cepillarse y usar el hilo dental al menos dos veces al día, utilizando una pasta de dientes que contenga flúor.

    Pubertad y educación sexual

    La mayoría de los padres y sus adolescentes están de acuerdo en que los temas sexuales deben enseñarse en casa. Sin embargo, más de un tercio de los adolescentes encuestados dijeron que nunca habían tenido conversaciones útiles sobre el sexo con sus padres. Los años de la escuela media son un momento importante para conectar con su preadolescente y discutir estos temas.

    Durante la pubertad, los cuerpos masculinos y femeninos hacen la transición de la infancia a la edad adulta y se vuelven capaces de reproducirse. La pubertad suele comenzar entre los 9 y los 13 años en las chicas y entre los 10 y los 14 en los chicos. Tanto los chicos como las chicas ganan peso y crecen durante la pubertad. Se producen hormonas químicas que provocan cambios en sus cuerpos.

    Los jóvenes adolescentes tienen muchas preguntas y preocupaciones sobre el proceso de la pubertad: si sus cuerpos son normales o no y qué cambios pueden esperar. Los preadolescentes también experimentan cambios emocionales y pueden pasar rápidamente de la excitación a la tristeza, sin poder explicar por qué.

    Escuela

    La transición a la escuela intermedia o secundaria puede ser a menudo difícil. Los estudiantes tienen que navegar por una nueva escuela y aprender a cambiar de aula varias veces al día. Su preadolescente también tendrá varios profesores diferentes, cada uno con sus propias reglas. Por lo tanto, su estudiante tendrá que ser más organizado y más flexible que en la escuela primaria.

    Los preadolescentes deben ser capaces de leer fácilmente la mayoría de los periódicos y revistas y entender lo que están leyendo. También deberían ser capaces de completar problemas matemáticos que impliquen multiplicación, división y fracciones. Si le preocupa la capacidad de su hijo en la escuela, pida una cita para hablar con el consejero escolar, el director o el pediatra.

    Abusadores

    El acoso escolar puede aumentar durante la edad media y, por desgracia, puede llegar a ser muy grave. El acoso puede adoptar la forma de abuso emocional además de físico, y el malestar emocional suele ser mucho más perjudicial. Los estudiantes corren incluso el riesgo de sufrir abuso emocional cuando utilizan sitios web y salas de chat en línea.

    Por favor, hable con su hijo con frecuencia para asegurarse de que se siente seguro en la escuela. Hay muchos recursos para los estudiantes que experimentan acoso, así que por favor hable con el pediatra de su hijo si esto es una preocupación.

    Tareas

    En la escuela secundaria, los estudiantes deben ser capaces de asumir la mayor parte de la responsabilidad de hacer sus tareas. Deberían ser capaces de mantener una lista de sus tareas y completar el trabajo por sí mismos.

    Sin embargo, los estudiantes de secundaria a menudo necesitan ayuda para aprender habilidades de organización. Tómese tiempo para sentarse regularmente con su preadolescente y hablar de los deberes. Muéstrele a su hijo cómo llevar una lista de tareas y materiales necesarios, y cómo programar los deberes. El libro Homework Without Tears (Deberes sin lágrimas) es un recurso excelente.

    Televisión, ordenadores y medios de comunicación

    La mayoría de los estudiantes de secundaria están constantemente expuestos a los medios de comunicación. Desgraciadamente, el tiempo que pasan utilizando los medios de comunicación suele significar:

    • Exposición a la violencia y a los mensajes sexuales inapropiados
    • Menos tiempo para los deberes
    • Menos tiempo para estar activo, leer, explorar, crear o simplemente soñar despierto
    • Cambios de comportamiento que pueden incluir un aumento de la agresividad, disminución de la creatividad e hiperactividad
    • Aumento de peso porque los niños comen mientras ven la televisión y pasan menos tiempo haciendo ejercicio
      • Alentamos a los padres a controlar el acceso a los medios. Algunas pautas e información sobre los medios de comunicación:

        • Limite todo el «tiempo de pantalla» (televisión, ordenador, vídeos) a una hora al día o menos.
        • Sepa que sus hijos aprenden valores de los programas de televisión y los anuncios. Los padres deben estar presentes mientras sus preadolescentes ven la televisión para discutir sus valores y ayudar a los niños a cuestionar los mensajes de los programas y anuncios.
        • No permita que su hijo tenga un televisor u ordenador en el dormitorio, ya que será más difícil controlar los programas y el uso de Internet. Coloque los televisores y ordenadores en un lugar central donde pueda ver lo que hace su hijo.
        • Supervise los sitios de Internet y las cuentas de correo electrónico. Recuérdele a su hijo preadolescente que nunca comparta información personal en Internet.
        • Supervise la música, las revistas o cualquier otro tipo de literatura que llegue a la vida de su preadolescente.
        • Limite el uso del teléfono móvil, y tenga en cuenta que muchas empresas envían ahora material pornográfico a los teléfonos móviles sin solicitarlo.
          • Las investigaciones confirman que es menos probable que los adolescentes participen en comportamientos de alto riesgo si sus padres se implican en sus vidas y les orientan sobre el uso de los medios. Existen sitios web que ayudan a las familias a elegir los medios de comunicación que apoyan sus valores, como commonsensemedia.org y commercialfreechildhood.org.

            Tareas

            Los preadolescentes necesitan aprender a desenvolverse en el mundo real, y participar en las tareas del hogar les ayuda a prepararse para la vida fuera de su casa. Ayude a los preadolescentes a aprender a lavar la ropa, a cocinar, a limpiar la casa, a cortar el césped y a cuidar de las mascotas. Asegúrese de que su preadolescente tiene una lista de tareas diarias y semanales que debe realizar. Los niños que realizan más tareas en casa se sienten más unidos a sus familias y tienen más probabilidades de sacar mejores notas en la universidad.

            Deportes y ejercicio

            El ejercicio es especialmente importante en los años de la adolescencia. No sólo sus cuerpos en rápido crecimiento necesitan actividad física, sino que el ejercicio ayuda a los jóvenes adolescentes a mantener el bienestar emocional. Los adolescentes que participan en deportes tienen una mayor autoestima y rinden más en la escuela. Los preadolescentes se benefician de los deportes de equipo, ya que aprenden las reglas del mundo, cómo manejar la competencia, cómo ser un ganador o un perdedor amable y cómo trabajar diligentemente hacia una meta.

            Enseñando valores

            Los niños aprenden de usted todos los días. Tú eres su mejor maestro. Observándote, aprenden cómo hablar con otras personas, cómo tratar a los demás, cómo relacionarse en la familia, cómo trabajar, cómo resolver problemas y cómo manejar las emociones. También aprenden lo que valoras y lo que no.

            Autoestima

            Los preadolescentes suelen medir su valía por valores externos como el aspecto físico, el dinero (como las marcas de ropa que llevan) y el número de amigos. Los preadolescentes son especialmente propensos a tener una mala imagen de sí mismos porque sus cuerpos están cambiando y a menudo tienen acné. Las investigaciones demuestran que a casi el 80 por ciento de los adolescentes no les gusta su aspecto.

            Los preadolescentes necesitan que los padres les reafirmen constantemente que se les valora, que usted ve las buenas decisiones que toman y que disfruta con sus amigos. Deje que su preadolescente le oiga decir a sus amigos lo mucho que le admira por una buena decisión o un logro reciente. Todos los preadolescentes necesitan saber que hay algo especial en ellos: una actividad, una afición o un área de especialización que permite a su hijo destacar entre sus compañeros. Si su preadolescente no tiene un interés especial, una afición o un área de habilidad, considere la posibilidad de animarle a que se dedique a ello.

            Dinero

            Dar a los niños una asignación es una forma excelente de empezar a enseñarles a manejar el dinero. Algunas familias optan por dar a sus hijos una pequeña asignación sin vincularla a las tareas, pues consideran que es importante que los niños sepan que todos se benefician del empleo de los padres. Otras familias creen que los niños deben aprender que ganan dinero haciendo un trabajo, y les dan una asignación cuando terminan sus tareas. Algunas familias combinan enfoques: dan a los niños una pequeña asignación, más dinero adicional por cualquier trabajo extra.

            Lo más importante es que los padres enseñen a los niños a utilizar el dinero: cómo ahorrarlo, cómo pagar pequeños artículos en la tienda y cómo comprar regalos para los demás. En este punto, es posible que quiera aumentar la asignación de su hijo y, al mismo tiempo, exigirle que tenga un presupuesto para los artículos que debe comprar con su propio dinero.

            Toma de decisiones

            Se debe dar a su hijo la oportunidad de empezar a tomar decisiones y experimentar las consecuencias, tanto negativas como positivas, de esas decisiones. Hay muchas decisiones que un niño puede ayudar a tomar si lo considera oportuno:

            • En qué actividades extraescolares participar
            • A qué restaurante ir
            • Qué actividad de fin de semana hacer juntos en familia
            • Qué amigos invitar
            • Cómo gastar su dinero
            • Qué ropa ponerse
            • Cómo programar los deberes
              • Muéstrele a su hijo cómo pensar en las decisiones:

                • Determinar cuáles son las opciones
                • Considerar cada posibilidad
                • Considerar los pros y los contras de cada opción
                • Elegir la mejor opción
                • Re-evaluar después de ver los resultados: decidir si fue o no una buena elección y qué podría hacer de manera diferente la próxima vez
                  • Otros valores

                    ¿Qué otros valores quieres que aprenda tu hijo?

                    Gestión del tiempo

                    • Ayuda a tu hijo a crear una tabla semanal de tareas o deberes que debe realizar, libros que debe leer, etc.
                    • Asegúrate de que la vida de tu hijo no está excesivamente programada. Los niños también necesitan tiempo para relajarse, pensar y soñar despiertos.
                      • Amistad

                        • Hable de las cualidades que debe buscar en un amigo.
                        • Anime a su hijo a invitar a sus amigos. Podrá conocer a los amigos de su preadolescente y saber qué hacen juntos.
                        • Aceptación personal del fracaso

                          • Admita sus errores delante de su hijo.
                          • Reconoce tus sentimientos, pero expresa la idea de que puedes volver a intentarlo o aprender de tu error.
                          • Expresar las emociones

                            Las emociones nunca están bien o mal: son simplemente sentimientos. Es nuestro comportamiento el que puede estar bien o mal. Ayude a su hijo a ver la diferencia. Por ejemplo: «Veo que estás muy enfadado, pero no es aceptable dar una patada a tu hermano»

                            Religión

                            Algunas familias encuentran un lugar de culto donde pueden conocer a otras familias que comparten sus valores y que pueden apoyar a su familia.

                            Presión de los compañeros

                            • Expresa claramente los valores de tu familia.
                            • Asegúrate de que tus acciones coinciden con tus palabras.
                            • Habla sobre los tipos de presión de los compañeros que llegan a través de la sociedad, los medios de comunicación y los amigos.
                            • Habla sobre las formas de hacer frente a la presión de los compañeros, incluyendo las palabras exactas que debes utilizar. Por ejemplo: «No necesito las drogas para sentirme feliz». Haga un juego de roles con su preadolescente.
                            • Asegúrese de que su preadolescente sabe que lo que más le importa es su seguridad personal.
                            • Dé razones para tomar decisiones positivas y saludables.

                            Drogas y alcohol

                            Es mucho más fácil y preferible hablar de los valores de su familia en torno al consumo de drogas y alcohol en los años de la escuela media. Su preadolescente todavía le escucha y es más probable que incorpore sus valores.

                            Debe saber que los estudios demuestran que cuanto antes empiecen los adolescentes a consumir drogas, alcohol o cigarrillos, más probable será que se vuelvan adictos.

                            Habilidades de comunicación

                            Este es un momento maravilloso para trabajar las habilidades de comunicación con su hijo. Algunos consejos útiles:

                            • Exponga claramente sus expectativas para que no haya confusión.
                            • Sea accesible, cercano y esté dispuesto a escuchar.
                            • Involúcrese en la vida de su preadolescente en la escuela y con sus amigos.
                              • Cuanto más tiempo pasen juntos, más fácil será la comunicación. Considere la posibilidad de hacer una escapada de fin de semana con su preadolescente para hablar de los próximos cambios físicos y emocionales, así como de los valores y expectativas de su familia y, por supuesto, para divertirse juntos.

                                Seguridad

                                Algunas pautas de seguridad:

                                • Revise las normas de seguridad en bicicleta con su hijo y asegúrese de que siempre lleve el casco.
                                • Revise los planes de emergencia de su familia en caso de incendio y terremoto. Haga planes para saber qué hacer en caso de que el desastre separe a su familia.
                                • Recuerde a su hijo que siempre le diga si alguien le toca de forma inapropiada.
                                • Usado con permiso de Jane E. Anderson, M.D.

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