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Recomendaciones generales

  • Lavarse las manos antes de extraer y manipular la leche.
  • Usar recipientes bien lavados (agua caliente y jabón) y aclarados para almacenar la leche. O lavarlos en el lavaplatos.
  • Usar leche fresca (no congelada) siempre que sea posible.
  • Congelar lo antes posible la leche que seguro no se vaya a usar antes de tres días.
  • Si por cualquier razón no se puede o no interesa congelar la leche inmediatamente después de extraerla, guardarla lo antes posible en una nevera, hasta usarla o congelarla.
  • Guardar la leche materna en pequeñas cantidades (50 – 100 cc) para poder descongelar solo la que el niño vaya a tomar inmediatamente.
  • Etiquetar los recipientes de leche congelada con la fecha.
  • Descongelar siempre la leche más antigua.
  • Una vez descongelada la leche, removerla bien. Puede mezclarse para una misma toma leche extraída en distintas fechas.

Recomendaciones sobre descongelación

  • Siempre que sea posible, calentar la leche directamente tras sacarla del congelador.
  • En caso contrario mantener la cadena de frío hasta poder calentarla.

Lo que SI puede hacerse

  • Calentar agua en un cazo y, ya fuera del fuego, introducir dentro el envase de leche extraída hasta que alcance la temperatura deseada.
  • Calentar al microondas (*) y después remover bien la leche para que su temperatura sea uniforme.

Lo que NO debe hacerse

  • Calentar al baño maría (introduciendo la leche fría o congelada en un recipiente con agua fría y calentándolo todo en el fuego).
  • Calentar la leche directamente en el fuego.
  • Descongelar la leche al microondas.

Conservación de la leche materna para usar en casa

Tipo de leche materna Temperatura ambiente Refrigerador Congelador
Recién exprimida en un recipiente cerrado 6-8 horas (25ºC o menos) 3-5 días (4ºC o menos) 2 semanas en el compartimento congelador dentro del refrigerador (*/**)
Previamente congelada, descongelada en el refrigerador pero no calentada ni usada 4 horas o menos (hasta la próxima toma) 24 horas No volver a congelar
Descongelada fuera del refrigerador, en agua caliente Sólo hasta que termine la toma 4 horas o hasta la próxima toma No volver a congelar
La que sobra de la toma Sólo hasta que termine la toma, luego desechar Desechar Desechar

Tipos de recipientes

Los recipientes pueden ser indistintamente de plástico o de cristal (con una tapa que cierre con eficacia) y preferiblemente de uso alimentario que están marcados con el correspondiente símbolo. Si además tienen una abertura amplia se facilita su limpieza.

También existen bolsas de plástico para congelar (bolsa única o tipo cubitera) que son prácticas y poco costosas, aunque también se derraman con facilidad, al ser más inestables y poderse pinchar y gotear.

Es preferible guardar la leche en doble bolsa. También hay bolsas especiales que se acoplan al extractor pero son caras y de uno solo uso.

Cambios de sabor en la leche almacenada

Algunas mujeres han comentado que su leche congelada huele a agria e incluso a rancio. Ese olor se atribuye a un cambio en la estructura de los lípidos como consecuencia de los ciclos de congelación y descongelación en el congelador-refrigerador con eliminación automática de escarcha.

Aunque puede ocurrir que ocasionalmente algún niño la rechace, por lo general no es así y tampoco resulta perjudicial para el bebé.

Congelar la leche rápidamente tras la extracción y calentarla inmediatamente después de sacarla del congelador parece que puede contribuir a que este problema se de en menor grado.

Hay madres en que la lipasa actúa muy rápidamente y en pocas horas leche huele a agria. En estos casos lo que la madre puede hacer es: introducir su leche en un cazo y poner al fuego. Si tiene termómetro (especial para cocina) va a esperar que la leche llegue a 60ºC, hay que sacarla del fuego, guardarla en el recipiente donde va a ser congelada, enfriar rápidamente (un poco de agua fría con hielo sirve), y congelarla. Si no se dispone de termómetro hay que controlar el proceso de calentamiento, cuando la leche hace burbujitas muy pequeñas en los laterales del cazo, sacar del fuego y seguir con el procedimiento anterior.

Bibliografía

Lawrence, R.A. La lactancia materna. Mosby/Doyma Libros, S.A. Madrid 1996 Royal
College of Midwives.Lactancia materna. Manual para profesionales.
ACPAM.Barcelona 1994 Aguayo, J. La lactancia materna. Universidad de Sevilla.Sevilla, 2001 ACPAM. Manual práctico de lactancia materna.

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