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Tipos de Contracción Muscular

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La contracción muscular durante el ejercicio se divide en tres categorías según la forma de contacto del músculo y si se alarga o acorta. Aquí explicamos las contracciones musculares isotónicas, isométricas, isocinéticas, concéntricas y excéntricas.

Contracciones musculares isotónicas

Las contracciones isotónicas son aquellas en las que el músculo cambia de longitud mientras se contrae mientras la carga o resistencia permanece igual. Como resultado, esto provoca el movimiento de una parte del cuerpo. Existen dos tipos de contracción isotónica:

Contracciones concéntricas

Contracción muscular concéntrica

Las contracciones concéntricas son aquellas que hacen que el músculo se acorte al contraerse. Un ejemplo es doblar el codo de recto a totalmente flexionado, provocando una contracción concéntrica del Bíceps Braquial. Las contracciones concéntricas son el tipo más común y se producen con frecuencia en las actividades diarias y deportivas.

Contracciones excéntricas

Las contracciones excéntricas son lo contrario de las concéntricas y se producen cuando el músculo se alarga al contraerse. Esto ocurre al bajar la mancuerna en un ejercicio de curl de bíceps. El músculo sigue contrayéndose para mantener el peso hasta abajo pero el músculo del bíceps se alarga.

Contracción muscular excéntrica

Otro ejemplo muy común es el de los músculos del cuádriceps en la parte delantera del muslo al aterrizar de un salto. Al aterrizar, los músculos del muslo y, en particular, los cuádriceps de la parte delantera de la pierna se contraen con fuerza, pero también se alargan al mismo tiempo. Este tipo de ejercicios supone un gran esfuerzo para el músculo y suele estar relacionado con las lesiones musculares. Los ejercicios de entrenamiento pliométrico (saltos y brincos) implican una gran cantidad de contracciones excéntricas y pueden conducir a un severo dolor muscular (DOMS) si te excedes demasiado pronto.

Contracción muscular isométrica

Contracción muscular isométrica

Las contracciones isométricas se producen cuando no hay cambios en la longitud del músculo que se contrae. Esto ocurre cuando llevas un objeto delante de ti ya que el peso del objeto está tirando de tus brazos hacia abajo pero tus músculos se contraen para mantener el objeto al mismo nivel. Otro ejemplo es cuando se agarra algo, como una raqueta de tenis. No hay movimiento en las articulaciones de la mano, pero los músculos se están contrayendo para proporcionar una fuerza suficiente para mantener un agarre estable de la raqueta.

La cantidad de fuerza que un músculo es capaz de producir durante una contracción isométrica depende de la longitud del músculo en el punto de contracción. Cada músculo tiene una longitud óptima en la que se puede producir la máxima fuerza isométrica.

Contracciones isocinéticas

Las contracciones isocinéticas son similares a las isotónicas en cuanto a que el músculo cambia de longitud durante la contracción, en lo que se diferencian es en que las contracciones isocinéticas producen movimientos de velocidad constante. Para medir esto se necesita un equipo especial conocido como dinamómetro isocinético. Los ejemplos de utilización de las contracciones isocinéticas en el día a día y en las actividades deportivas son escasos. El mejor es la braza en la natación, donde el agua ofrece una resistencia constante y uniforme al movimiento de aducción.

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