El edema puede ser el resultado de problemas circulatorios, infecciones, muerte de tejidos, desnutrición, enfermedad renal, sobrecarga total de líquidos corporales y problemas de electrolitos.
Hay muchas causas posibles de edema, entre las que se incluyen:
Insuficiencia cardíaca
Si una o ambas cámaras inferiores del corazón no pueden bombear la sangre correctamente, la sangre puede acumularse en las extremidades, provocando un edema.
Enfermedad renal o daño renal
Una persona con un trastorno renal puede no ser capaz de eliminar suficiente líquido y sodio de la sangre. Esto ejerce presión sobre los vasos sanguíneos, lo que hace que parte del líquido se escape. Puede producirse hinchazón alrededor de las piernas y los ojos.
Los daños en los glomérulos, los capilares de los riñones que filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, pueden dar lugar al síndrome nefrótico. Un síntoma de ello es un bajo nivel de la proteína albúmina en la sangre. Esto puede provocar edemas.
Enfermedad hepática
La cirrosis afecta a la función hepática. Puede provocar cambios en la secreción de hormonas y sustancias químicas reguladoras de los fluidos y una menor producción de proteínas. Esto hace que el líquido salga de los vasos sanguíneos hacia el tejido circundante.
La cirrosis también aumenta la presión dentro de la vena porta, la gran vena que lleva la sangre desde los intestinos, el bazo y el páncreas, hacia el hígado. Puede producirse un edema en las piernas y en la cavidad abdominal.
Ciertos medicamentos
Algunos medicamentos aumentan el riesgo:
- Vasodilatadores, o fármacos que abren los vasos sanguíneos
- Bloqueadores de los canales de calcio
- Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
- Estrógenos
- Algunos fármacos de quimioterapia
- Algunos fármacos para la diabetes, como las tiazolidinedionas (TZDs)
- Consumir demasiada sal, en personas susceptibles de desarrollar edema
- La desnutrición, donde el edema puede ser el resultado de niveles bajos de proteínas en la sangre
- Un bajo consumo de vitamina B 1, B 6 y B 5
- Enfermedad cardiovascular
- Insuficiencia renal aguda
- Insuficiencia hepática aguda
- Enteropatía perdedora de proteínas, una afección intestinal que provoca la pérdida de proteínas
Embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo libera hormonas que favorecen la retención de líquidos, y la mujer tiende a retener más sodio y agua de lo habitual. La cara, las manos, las extremidades inferiores y los pies pueden hincharse.
Cuando una mujer descansa en posición reclinada durante el embarazo, el útero agrandado puede presionar una vena conocida como vena cava inferior. Esto puede obstruir las venas femorales, provocando un edema.
Durante el embarazo, la sangre se coagula más fácilmente. Esto puede aumentar el riesgo de trombosis venosa profunda (TVP), otra causa de edema.
La eclampsia, que resulta de la hipertensión inducida por el embarazo, o presión arterial alta, también puede causar edema.
Factores dietéticos
Una serie de factores dietéticos influyen en el riesgo de edema, como:
Diabetes
Las complicaciones de la diabetes incluyen:
Estos, y ciertos medicamentos para la diabetes, pueden provocar edemas.
El edema macular diabético es la inflamación de la retina en la diabetes.
Condiciones que afectan al cerebro
Algunas causas de inflamación en el cerebro incluyen:
Lesión en la cabeza: Un golpe en la cabeza puede provocar una acumulación de líquidos en el cerebro.
Infarto: Un accidente cerebrovascular importante puede provocar una inflamación cerebral.
Tumor cerebral: Un tumor cerebral acumulará agua a su alrededor, especialmente a medida que construya nuevos vasos sanguíneos.
Alergias
Algunos alimentos y picaduras de insectos pueden causar edema en la cara o la piel en personas alérgicas o sensibles a ellos. La hinchazón grave puede ser un signo de anafilaxia. La hinchazón en la garganta puede cerrar las vías respiratorias de una persona, por lo que no puede respirar. Esto es una emergencia médica.
Problemas con las extremidades
Un coágulo de sangre: Cualquier obstrucción, como un coágulo en una vena, puede impedir que la sangre fluya. Al aumentar la presión en la vena, los líquidos empiezan a filtrarse en el tejido circundante, provocando un edema.
Venas varicosas: Suelen producirse porque las válvulas se dañan. La presión aumenta en las venas y éstas empiezan a abultarse. La presión también aumenta el riesgo de que los fluidos se filtren en el tejido circundante.
Un quiste, crecimiento o tumor: Cualquier bulto puede provocar un edema si presiona un conducto linfático o una vena. Al acumularse la presión, los fluidos pueden filtrarse al tejido circundante.
Linfedema: El sistema linfático ayuda a eliminar el exceso de líquido de los tejidos. Cualquier daño en este sistema, como una cirugía, una infección o un tumor, puede provocar un edema.
Condiciones diversas
Inmovilidad prolongada: Las personas que están inmovilizadas durante mucho tiempo pueden desarrollar un edema en la piel. Esto puede deberse tanto a la acumulación de líquido en las zonas dependientes de la gravedad como a la liberación de la hormona antidiurética por parte de la hipófisis.
Altura: Esto, combinado con el esfuerzo físico, puede aumentar el riesgo. El mal de montaña agudo puede provocar un edema pulmonar de gran altitud o un edema cerebral de gran altitud.
Quemaduras y quemaduras solares: La piel reacciona a una quemadura reteniendo líquido. Esto provoca una hinchazón localizada.
Infección o inflamación: Cualquier tejido que esté infectado o inflamado puede hincharse. Esto suele ser más notorio en la piel.
Menstruación y premenstruación: Los niveles hormonales fluctúan durante el ciclo menstrual. Durante los días previos al sangrado menstrual, los niveles de progesterona son más bajos, y esto puede causar retención de líquidos.
La píldora anticonceptiva: Cualquier medicamento que incluya estrógenos puede provocar retención de líquidos. No es raro que las mujeres aumenten de peso cuando empiezan a usar la píldora.
Menopausia: Alrededor de la menopausia, las fluctuaciones hormonales pueden causar retención de líquidos. La terapia hormonal sustitutiva (THS) también puede desencadenar edemas.
Enfermedad tiroidea: Los desequilibrios hormonales asociados a los problemas de tiroides pueden provocar edemas.