Comparte en PinterestLa palabra quiropráctica viene de las palabras griegas cheir (manos) y praxis (práctica). Como su nombre indica, es una terapia manual.
La manipulación quiropráctica es la aplicación de presión en la columna vertebral de una persona o en otras partes de su cuerpo por parte de un médico quiropráctico cualificado, o quiropráctico. Esta presión permite al quiropráctico ajustar y corregir la alineación.
La manipulación quiropráctica tiene como objetivo reducir el dolor y mejorar la función mecánica, o la forma en que una persona se mueve.
La base de la manipulación quiropráctica
La quiropráctica moderna se basa en un modelo de cuidado de la columna vertebral. Pero la manipulación quiropráctica tiene sus raíces en teorías menos científicas.
Históricamente, los quiroprácticos creían que una columna vertebral mal alineada podía causar enfermedades. Se pensaba que esto ocurría a través del sistema nervioso central y de algo llamado «conocimiento innato».
La teoría se denominaba «complejo de subluxación vertebral». Los primeros practicantes creían que el 95 por ciento de las enfermedades eran causadas de esta manera. Creían que la manipulación quiropráctica corregiría los problemas del sistema musculoesquelético y, a su vez, curaría las enfermedades.
Los escépticos y los científicos consideraron que esta creencia carecía de base científica. Los primeros quiroprácticos también rechazaban la teoría de los gérmenes de la enfermedad y la inmunización. Como resultado, la quiropráctica carecía de legitimidad a los ojos de la comunidad científica.
La teoría quiropráctica ha evolucionado desde entonces. Cada vez es más aceptada como tratamiento para el dolor musculoesquelético.
En 2009, un estudio publicado en la revista Chiropractic & Osteopathy exploró la teoría detrás del complejo de subluxación vertebral. Llegó a la conclusión de que faltaban pruebas para cumplir los criterios básicos de causalidad. Esto significaba que no era científico que los quiroprácticos afirmaran que la enfermedad era causada de esta manera.
En 2014, la International Chiropractic Education Collaboration publicó una declaración de posición en la que dejaba claro que la profesión ya no apoyaba la teoría del complejo de subluxación vertebral:
«La enseñanza del complejo de subluxación vertebral como una construcción vitalista que afirma que es la causa de la enfermedad no está respaldada por la evidencia. Su inclusión en un plan de estudios quiropráctico moderno en cualquier cosa que no sea un contexto histórico es, por lo tanto, inapropiada e innecesaria.»
La declaración también aclara que varias instituciones de educación quiropráctica sí apoyan ahora la misión de inmunización de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2016, un artículo en Chiropractic & Manual Therapies abogaba por un nuevo enfoque de la quiropráctica que dejara atrás sus «malos» elementos no científicos. Los aspectos de la profesión que debían dejarse atrás incluían:
- la adhesión a una ideología quiropráctica defectuosa centrada en la inteligencia innata y el vitalismo
- la reivindicación de curas para afecciones viscerales y otras no musculoesqueléticas
- la propaganda antivacunas
- la propaganda antifármacos y antimedicina
- un desprecio insano por la investigación clínica, la práctica basada en la evidencia, y los efectos no específicos del tratamiento, incluyendo la historia natural y el efecto placebo
El artículo pasó a exponer un plan de diez puntos para modernizar la profesión. Esto incluía, en particular, la necesidad de que los quiroprácticos se convirtieran en «profesionales exclusivamente musculoesqueléticos con un énfasis especial en el dolor de columna».
Los quiroprácticos modernos han dejado atrás, en su mayor parte, los sistemas de creencias que afirmaban que la terapia espinal podía curar enfermedades no relacionadas.