«Trabajar con tu niño interior» puede sonar un poco exagerado.
Pero el niño interior es un concepto psicoterapéutico que surgió con Jung, y muchos terapeutas utilizan formas de trabajo con el niño interior como una poderosa herramienta para ayudar a los clientes. ¿Podrías beneficiarte?
¿Qué es el ‘trabajo con el niño interior’
Todos fuimos alguna vez niños. Y el niño que una vez fuiste no se levantó y se desvaneció, para ser reemplazado por un adulto perfectamente formado y siempre responsable.
De hecho, la mayoría de nosotros actuamos mucho como niños al menos de vez en cuando. Es en el momento en que tienes una rabieta por una multa de aparcamiento, o caes en una sensación de pánico por el abandono cuando te enteras de que tu pareja se va a un viaje de negocios de tres semanas.
Y algunos de nosotros, si tuvimos una infancia dura o sin amor, somos en realidad niños la mayor parte del tiempo (si no todo). Puede que parezcamos un adulto, pero en nuestro interior hay un niño de cinco años enfadado que no confía en nadie y que lleva la voz cantante en secreto.
En psicología, esta parte de tu inconsciente que representa al niño que una vez fuiste, y que se manifiesta como una especie de «otra personalidad» en las interacciones sociales, suele denominarse «niño interior». (Una explicación más detallada se encuentra en nuestro artículo relacionado, «¿Qué es el niño interior?»).
El «trabajo con el niño interior» es un trabajo que realizas por ti mismo o con un terapeuta para resolver las emociones y experiencias de la infancia que este «niño interior» aún mantiene, así como para aprovechar la alegría, la inocencia y la confianza que fueron tu derecho de nacimiento.
¿Qué implica realmente el «trabajo con el niño interior»?
Por: Randen Pederson
Diferentes tipos de terapeutas, consejeros y entrenadores tendrán diferentes enfoques para el trabajo con el niño interior.
Tu terapeuta puede que ni siquiera llame al proceso «trabajo con el niño interior», sino algo parecido a «sanar el niño interior» o «abrazar tu arquetipo de niño». Incluso puede que estés haciendo un trabajo con el niño interior bajo el disfraz de «trabajo con la sombra». A menudo, cuando somos niños, aprendemos a reprimir cosas como la tristeza y la ira, que luego se convierten en la sombra oculta.
En realidad, el trabajo con el niño interior es cualquier forma de autodescubrimiento que te ayuda a acceder al niño que una vez fuiste, junto con las experiencias y emociones que a ese niño se le enseñó a reprimir. La idea general del trabajo con el niño interior es que si haces un esfuerzo por contactar, escuchar y comunicarte con tu niño interior y nutrirlo, puedes encontrar y sanar las raíces de tus problemas como adulto.
El trabajo con el niño interior puede tomar la forma de:
- dialogar (hablar) con tu niño interior
- llevar un diario desde la voz de tu niño interior
- hablar con un terapeuta desde la voz de tu niño interior
- meditar para sentirte en contacto con tu niño interior
- trabajar con una almohada muñeca o peluche que represente a tu niño interior
- técnicas de «juego» en la sala de terapia
- permitirte ser juguetón si la vida real y hacer cosas que te gustaban de niño
- aprender a «ser padre» de ti mismo (nutrirte y cuidarte).
Suena raro. Cuál es el beneficio real de todo eso?
Sí, puede parecer extraño estar «hablando» con el «niño interior» o «criando a uno mismo». Pero los beneficios son impresionantes. Entre ellos:
- acceder a los recuerdos reprimidos que te frenan
- ser capaz de volver a sentir después de años de estar insensibilizado
- ganar poder personal y la capacidad de establecer límites
- aprender a cuidar mejor de ti mismo
- sentir autocompasión y quererse más a sí mismo
- ser capaz de disfrutar de la vida y divertirse de nuevo
- ganar confianza en sí mismo.
¿Por qué mi niño interior guardaría emociones ocultas?
Por: tiffany terry
Si fuiste controlado por tus padres, o si te enseñaron a creer que sólo eras aceptable y querible si eras «bueno», entonces aprenderías a ocultar las emociones como la tristeza o la ira que te metieron en problemas.
Si experimentaste el rechazo, el abandono o el abuso, aprenderías a ocultar tu dolor y miedo para no ser herido o rechazado de nuevo.
Estas emociones reprimidas conducen entonces a ciclos de autosabotaje en la edad adulta. O bien buscamos la crianza que nos faltó en otras personas y siempre nos sentimos decepcionados, rechazados y defraudados cuando no pueden cumplir nuestras exigencias, o bien nos negamos a que alguien cercano nos vuelva a hacer tanto daño.
Por ejemplo, si te enseñaron a reprimir el dolor, puede que huyas de las buenas relaciones en lugar de permitir que te hagan daño. El resultado final es sentirse siempre solo. O, si te enseñaron que debes ser siempre agradable para ganar el amor, puedes terminar en relaciones codependientes.
El trabajo con el niño interior te ayuda a aceptar y sentir por fin tus emociones, y a cuidar del «niño interior» y, por tanto, también de tu yo adulto. Finalmente te conviertes en un «adulto», capaz de honrar y cuidar de tus propias necesidades.
¿Por qué no puedo lograr todo lo anterior desde mi yo adulto?
Como adultos, podemos ser muy duros con nosotros mismos. Nuestro propio autojuicio y odio pueden dificultar la curación y la superación.
Mientras que podemos culpar y reprender a nuestro yo adulto con facilidad, ¿quién puede culpar a un niño?
Ver el trauma infantil no resuelto, el dolor y las emociones reprimidas como una entidad separada, un «niño interior», puede ayudarte a ser más compasivo contigo mismo. Y cuanta más empatía podamos mostrar hacia nosotros mismos, más rápido podremos procesar y sanar nuestro pasado.
Pero sigues siendo tu yo adulto cuando haces el trabajo del niño interior. Se trata simplemente de acceder a otra parte de tu inconsciente, o a un lado de tu personalidad, si quieres.
¿Qué problemas psicológicos puede ayudarme el trabajo con el niño interior?
Los temas para los que se sabe que el trabajo con el niño interior es muy adecuado incluyen:
- Abuso en la infancia: abuso emocional, abuso sexual, abuso físico
- depresión y ansiedad
- problemas de gestión de la ira
- comportamiento agresivo pasivo
- baja autoestimaestima
- problemas de abandono y trastorno límite de la personalidad (TLP)
- insensibilidad emocional
- sabotaje
- autocrítica
- dificultades en las relaciones
- codependencia e impotencia.
Pero no quiero culpar a mis padres….
Trabajar con el niño interior no consiste en desenterrar todas las cosas que tus padres hicieron «mal» y enfadarte con ellos. Sí, puedes pasar tiempo dejando que tu niño interior se enfade con los padres que tuvo entonces. Las emociones necesitan ser procesadas, y a menudo en el nivel en que fueron creadas. Pero con esto viene el reconocimiento de que ya no eres ese niño.
La terapia también te ayuda a reconocer quién es el adulto que eres, junto con su poder personal y su perspectiva madura. Es posible que después de un período de permitirse sentir rabia y tristeza hacia los demás encuentre toda una nueva comprensión y compasión, capaz de ver que los demás tampoco son perfectos y que tienen sus propias necesidades insatisfechas con las que luchar.
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