Tratamiento de la escoliosis degenerativa

Tratamientos para aumentar la fuerza y la movilidad

Como ocurre con la mayoría de los dolores de espalda, aumentar la fuerza y la movilidad puede aliviar el dolor y reducir el riesgo de que vuelva a aparecer en el futuro. Los tratamientos que pueden ayudar a fortalecer la espalda y/o mantenerla flexible incluyen:

• Fisioterapia. Un fisioterapeuta u otro profesional médico cualificado puede ayudar a desarrollar una rutina de ejercicios y estiramientos para satisfacer las necesidades específicas del paciente. La fisioterapia puede ayudar a mantener los tejidos blandos y las articulaciones ágiles, así como a fortalecer los músculos objetivo.
• Terapia en la piscina. Algunos ejercicios, como la terapia acuática, pueden realizarse en una piscina. La flotabilidad natural del cuerpo en el agua ayuda a contrarrestar los efectos de la gravedad, lo que permite a los pacientes acondicionar los músculos a la vez que se ejerce menos tensión sobre las articulaciones facetarias.

Algunas personas pueden encontrar que otros tratamientos también ayudan, como la terapia de masaje para ayudar a impulsar la circulación sanguínea y aflojar los músculos y las articulaciones.

Medicamentos para la escoliosis degenerativa

A veces los medicamentos pueden ayudar a eliminar el dolor o, al menos, a reducirlo lo suficiente para que un programa de fisioterapia pueda avanzar. Algunas opciones de medicamentos comunes para la escoliosis degenerativa incluyen:

• Analgésicos. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o los medicamentos que tratan la inflamación de la artritis (por ejemplo, Celebrex) pueden ayudar a reducir el dolor. El paracetamol (por ejemplo, Tylenol) es otra opción habitual. En general, se recomienda evitar los analgésicos narcóticos, excepto en raras circunstancias, cuando todo lo demás ha fracasado para aliviar los síntomas.
• Inyecciones. Las inyecciones epidurales de esteroides pueden reducir la inflamación, o una inyección de bloqueo facetario puede bloquear las señales de dolor que llegan al cerebro. Estos tipos de inyecciones administran la medicación antiinflamatoria directamente en la zona afectada de la espalda a través de una aguja y una guía de rayos X.

Hay que tener en cuenta que los medicamentos no pueden curar lo que hace que la escoliosis degenerativa sea dolorosa, pero podrían ser capaces de reducir temporalmente el dolor para que una persona pueda completar las actividades diarias o progresar con un programa de fisioterapia que podría ofrecer beneficios a largo plazo con una espalda más fuerte y flexible.

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Otros tratamientos no quirúrgicos

Otras formas de ayudar a reducir la tensión en las articulaciones facetarias y aliviar el dolor incluyen:

• Pérdida de peso. Perder peso ayuda a disminuir la presión a través de las articulaciones facetarias.

Ver Un peso saludable para una espalda saludable

• Férula. En raras ocasiones, se puede recomendar un corsé para ayudar a eliminar el movimiento en la espalda, lo que ayuda a disminuir la tensión a través de las articulaciones facetarias. Dado que la posibilidad de que una curva empeore es poco probable en pacientes con escoliosis degenerativa, el objetivo de un corsé es restringir el movimiento para aliviar el dolor lo suficiente como para participar en la actividad diaria e, idealmente, para participar en el acondicionamiento físico.

  Ver Tipos de corsés para escoliosis

  También hay que tener en cuenta que el corsé para la escoliosis idiopática del adolescente es diferente y se centra en evitar que la curva progrese, mientras que el corsé para la escoliosis degenerativa es únicamente para reducir el dolor de espalda.

Ver Tratamiento con corsé para la escoliosis idiopática

• Manipulación manual. Los ajustes de la columna vertebral realizados por un profesional quiropráctico cualificado o un médico osteópata pueden mantener la movilidad de las articulaciones facetarias y ayudar a reducir el dolor. Sin embargo, no todas las personas reportan beneficios de la manipulación manual. Si se sospecha que existe una degeneración de la columna vertebral, se debe realizar una radiografía de la columna vertebral u otro tipo de imagen para conocer mejor el estado de la columna antes de intentar la manipulación.

Ver Manipulación de la columna vertebral: Alta velocidad y baja amplitud (HVLA)

• Nutrición. Los alimentos antiinflamatorios y/o los suplementos nutricionales pueden ayudar a tratar la inflamación. Por ejemplo, la cúrcuma y el jengibre -como alimento y/o como suplemento- han demostrado tener cualidades antiinflamatorias. Beber agua con regularidad, como 8 vasos de agua a lo largo del día, también es importante, ya que ayudará a mantener hidratados los discos de la columna vertebral.

Ver Food for Thought: Dieta y nutrición para una espalda sana

• Hielo y/o calor. Según sea necesario para el control de los síntomas, la aplicación de compresas frías y/o de calor puede ayudar con el dolor local. En concreto, el frío es útil para reducir la inflamación, como la que aumenta después de la actividad. El calor es útil para proporcionar un alivio del dolor calmante para los músculos rígidos y para fomentar el flujo sanguíneo a la zona local.

Ver Terapia de Calor Terapia de Frío

Típicamente, los tratamientos pueden utilizarse solos o en combinación para disminuir el dolor de espalda. Dado que no existe una cura no quirúrgica para la degeneración articular de la columna vertebral, el tratamiento se centra en el control del dolor para mantener las actividades diarias, en contraposición a quedar completamente libre de dolor.

Ver Pautas de tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco

Si el dolor del paciente sigue obstaculizando y reduciendo significativamente las actividades diarias, se pueden considerar las opciones quirúrgicas. El tiempo de recuperación después de la cirugía es significativo, y oscila entre los 3 y los 12 meses, por lo que los síntomas del paciente deben ser lo suficientemente graves como para que sea necesaria dicha decisión.

Ver Cirugía de Escoliosis