Los niños tienen derecho a estar seguros, a ser tratados con afecto, a ser educados, a tener atención médica y a ser protegidos contra la crueldad y el abuso. Los padres tienen el deber de proteger los derechos de sus hijos hasta que tengan la edad suficiente para abrirse camino en el mundo.
La autoridad para tomar decisiones que conciernen y afectan al cuidado, el bienestar y el correcto desarrollo del niño se conoce como «responsabilidad parental».
El derecho de familia en Australia define las responsabilidades que tienen los padres en relación con la crianza de sus hijos. Estas incluyen:
- proteger a su hijo de cualquier daño
- proveer a su hijo de comida, ropa y un lugar para vivir
- mantener económicamente a su hijo
- proveer seguridad, supervisión y control
- proveer atención médica
- proveer una educación.
¿Quién tiene la responsabilidad parental?
La Ley de Derecho de Familia establece que los padres biológicos, los adoptivos, los que se convierten en padres por concepción artificial o gestación subrogada y los que satisfacen presunciones de filiación son las únicas personas que poseen «responsabilidad parental innata», lo que significa que están legalmente autorizados a ejercer la responsabilidad parental sin necesidad de una orden judicial.
Aunque otros adultos, como los padrastros, pueden participar en el cuidado y la manutención de un niño, sólo estos padres, o los reconocidos como padres por el tribunal, tienen la autoridad última para tomar decisiones sobre un niño.
Sus obligaciones continúan hasta que su hijo haya cumplido los 18 años y no terminan con el divorcio o la separación. El gobierno y el tribunal animan a ambos padres a compartir el ejercicio de su responsabilidad parental sobre un hijo, incluso en caso de separación.
Tus derechos como padre
Como padre también tienes derechos.
La ley permite a los padres educar a sus hijos según sus propios valores y creencias. No se interferirá en decisiones como la religión, la educación, la disciplina, el tratamiento médico y el lugar donde vive el niño, a menos que haya razones de peso o que el bienestar del niño esté en riesgo, por ejemplo, si hay maltrato, si el niño no recibe la educación o los tratamientos médicos necesarios.
Los padres que trabajan tienen derecho a los servicios de cuidado de los niños y a acceder a la información sobre los pagos y servicios a los que tienen derecho.
Sin embargo, el concepto de derechos de los padres no incluye el derecho a tener la custodia o el contacto con sus hijos, por ejemplo, después de la separación. En las situaciones en las que la responsabilidad parental puede verse alterada, la ley exige que el interés superior del niño sea la consideración primordial.