¿Te ha pasado alguna vez esa cosa tan rara de sentir que un dedo del pie empieza a retorcerse y girarse de forma involuntaria sobre sí mismo? ¿O alguna vez te has despertado en mitad de la noche con un tirón en el pie, que te impide moverlo y te causa muchísimo dolor? ¿De dónde salen esos calambres?
«Normalmente, son una señal de que te estás excediendo», comenta el médico Charles Kim, especialista en rehabilitación de trastornos músculo esqueléticos en Rusk Rehabilitation del NYU Langone. En casi todas las ocasiones, los calambres en los dedos de los pies comparten las mismas causas y pueden tratarse con remedios naturales. Aún así, si crees que los calambres empeoran y no van a mejor, deberías hablar con un médico. Si tienes calambres en los pies muy a menudo puede tratarse de un síntoma de un problema médico subyacente relacionado con el sistema circulatorio o con el nervioso central, así que vete a ver al médico si tienes espasmos musculares que te molestan o interfieren con tu vida diaria.
¿Cuáles son las causas de los calambres en los dedos de los pies?
Los calambres en los dedos de los pies pueden tener varias causas. Te contamos algunas de las más comunes:
Deshidratación
Los calambres en los dedos de los pies pueden tener varios desencadenantes pero las sobrecargas, la deshidratación y las deficiencias de minerales (sobre todo potasio, calcio y magnesio) son algunos de los culpables más comunes, nos cuenta Kim. Al hacer ejercicio, sudamos minerales o electrolitos que los músculos necesitan para funcionar correctamente. Y esa deficiencia causa espasmos o contracciones musculares, que conocemos como calambres. «Si has estado haciendo mucho ejercicio, has hecho mucho esfuerzo o has entrenado demasiado, los calambres en los dedos de los pies no son más que tus músculos diciéndote que bajes el rimo porque no aguantan», dice Kim.
Llevas los zapatos demasiado apretados
Los calambres en los dedos de los pies a veces aparecen debido a una presión innecesaria o a que no llega el flujo sanguíneo correcto por llevar los zapatos demasiado apretados. Si no puedes mover los dedos de los pies o empiezas a sentir un hormigueo en cuanto te pones los zapatos, es que los llevas demasiado apretados.
Estás envejeciendo
El envejecimiento, claro está, no va a tratar bien a tus pies. Los calambres en los dedos de los pies aparecen a partir de los 50 años debido a que los huesos pierden calcio y los músculos pierden elasticidad y presión para servir de apoyo a nuestro cuerpo. Además, «según envejecemos, la función nerviosa y vascular deja de ser tan sólida como antes», dice Kim. «Esto produce los calambres porque los nervios, que nutren y envían señales a los músculos, no trabajan plenamente en la tarea».
Cómo hacer que los calambres en los dedos de los pies desaparezcan
Las malas noticias primero: No existe un remedio o medicamento mágicos para acabar con los calambres de los dedos de los pies. La FDA ha dejado de prescribir quinina (un medicamento utilizado para tratar la malaria y hace tiempo, los calambres musculares) porque hubo controversia respecto a su eficacia y seguridad. Además, los estudios sugieren que los suplementos de magnesio tampoco sirven para nada. Ahora sí, las buenas noticias: Puedes reducir o evitar los calambres de los dedos de los pies siempre que no estén causados por un problema subyacente. Te contamos cuatro soluciones que merece la pena probar:
Comprueba que el calzado que usas es el adecuado
El camino a una vida con menos espasmos dolorosos comienza en tus zapatos, dice la doctora Phyllis Ragley, una podóloga en Lawrence, Kansas. «Es muy importante encontrar unos zapatos que se adapten al mecanismo único que es tu cuerpo». Ragley aconseja elegir unos zapatos que se ajusten bien al arco del pie y que no sean ni demasiado rígidos ni demasiado flexibles. «Con el zapato correcto, deberías sentir que caminas sobre aire», comenta Kim.
Mantente hidratado
Mantenerse hidratado es esencial a la hora de tratar calambres en los pies y en los dedos de los pies, comenta Kim. Recomiendo reponer los electrolitos que hemos perdido tras hacer ejercicio tomando una bebida energética o un suplemento de electrolitos y comiendo habitualmente alimentos ricos en potasio y en calcio.
Haz ejercicio con cabeza
Si haces muchísimo ejercicio, baja un poco el ritmo. A lo mejor estás forzando demasiado tus músculos. Y si no haces demasiado ejercicio, empieza a moverte. Una vida sedentaria atrofia los músculos y reduce la circulación.
Estira bien
Ragley también recomienda hacer estiramientos sin peso como mover los dedos de los pies estirándolos y alargando y flexionando los pies (prueba con estos estiramientos de pies). «A medida que envejecemos, es muy importante mover en círculo los pies de forma suave para no perder movilidad», comenta. «Para relajar los músculos, es buena idea hacerte masajes y prepararte un baño de pies con agua caliente».
Ejercicios para evitar los calambres en los dedos de los pies
A esos estiramientos que hemos mencionado anteriormente, también habría que sumarle el trabajo para fortalecer la musculatura del pie. Y es que es otra de las formas que ayudan significativamente a reducir esos incómodos calambres de los dedos de los pies. Y es que tal y como explica Corinne Fitzgerald, entrenadora y atleta profesional, «cuidar de tus pies es tan importante como ejercitar los grandes grupos musculares que nos permiten correr”.
Y no solo te ayudarán a eliminar o reducir los calambres de los dedos de los pies, fortalecer la musculatura de esta parte del cuerpo es imprescindible para una persona deportista.El motivo está en que puede ayudar también a mejorar el rendimiento deportivo y reducir las posibilidades de que puedas sufrir cualquier tipo de lesiones, como puede ser la fascitis plantar, tendinitis de Aquiles e incluso rodilla de corredor, entre otras.
Si a los consejos que te hemos mencionado anteriormente, le sumas estos ejercicios para fortalecer la musculatura de los pies, te ayudarán a evitar la aparición de calambres en los dedos de los pies, esta molestia que es tan frecuente.
- Perro boca abajo. Siéntate sobre los talones con los dedos doblados. Balancea el cuerpo de lado a lado para estirar pies, gemelos y tendones. Ponte en cuadrupedia, eleva las caderas e intenta bajar los talones hacia el suelo. 5 repeticiones.
- Libera el punto de gatillo. Coloca una bola justo en la base de tus dedos. Mueve tu peso sobre ella, flexiona los dedos para cogerla y luego extiéndelos. Haz 10 rep. Luego, repite otras 10 veces situando la pelota en el arco del pie y en la base del arco.
- Elevación de los dedos. Levanta el dedo gordo y deja el resto de dedos apoyados en el suelo. Aguanta un segundo y mantén el resto relajados. Repite 20 veces. Luego, al contrario, mantén el dedo gordo abajo mientras elevas los otros cuatro.
Vía: Runner’s World. Traducción: blarlo.com