El viejo adagio «una manzana al día, mantiene al médico alejado» puede no ser completamente cierto, pero las manzanas son ciertamente nutritivas y son posiblemente una de las frutas favoritas de América. Entonces, ¿cómo saber cuándo recoger las manzanas y exactamente cómo cosecharlas y luego almacenarlas adecuadamente?
Cuándo recoger las manzanas
Colectar las manzanas en el momento justo es clave, no sólo para obtener la fruta de mayor calidad sino también para maximizar la vida de almacenamiento. Cada variedad de manzana tiene su propio tiempo de maduración y puede depender de las condiciones climáticas durante la temporada de crecimiento. Por ejemplo, las manzanas madurarán antes si la primavera es suave y soleada, lo que hace que el ciclo de fructificación del árbol comience antes. Por ello, hay que medir el momento de la cosecha a través de otros indicadores y no de una fecha concreta en el calendario. Dicho esto, las manzanas de maduración temprana denominadas «manzanas de verano», como Honeycrisp, Paula Red y Jonagold, alcanzan su punto álgido en agosto y principios de septiembre.
En primer lugar, las manzanas maduras son firmes, crujientes y jugosas, con buen color y un sabor desarrollado característico de la variedad. En las variedades rojas, el color no es un buen indicador de madurez. La Red Delicious, por ejemplo, se volverá roja mucho antes de que la fruta esté madura. El color de las semillas tampoco es un indicador fiable. La mayoría de las variedades de manzanas tienen semillas marrones cuando están maduras, pero las semillas también pueden dorarse semanas antes de que sea realmente el momento de la cosecha.
La recolección de manzanas prematuras puede dar lugar a una fruta agria, con almidón y, en general, poco apetecible, mientras que la recolección de manzanas demasiado tarde da lugar a una fruta blanda y pastosa. Sin embargo, si se produce una helada repentina y aún no ha recogido las manzanas, ya que no parecían estar listas, aún puede hacerlo.
Las manzanas se congelan a 27-28 grados F. (-2 C) dependiendo del contenido de azúcar. Las manzanas con alto contenido de azúcar y la fruta madura se congelan a una temperatura más baja. Una vez que se rompa la congelación, deje que las manzanas se descongelen en el árbol. A menos que la temperatura haya descendido por debajo de los 22-23 grados F. (-5 C) o que haya durado mucho tiempo, es muy probable que las manzanas sobrevivan para ser cosechadas. Una vez que las manzanas se descongelen, inspeccione si están dañadas. Si no se están dorando o ablandando, recójalas inmediatamente.
Las manzanas que han sido congeladas tienen una vida útil más corta que sus homólogas, así que utilícelas lo antes posible.
Cómo cosechar las manzanas
Si piensa almacenar las manzanas, deben recogerse cuando estén maduras, pero duras, con un color de piel maduro pero una pulpa dura. Retire con cuidado las manzanas del árbol, manteniendo el tallo intacto. Clasifique la cosecha de manzanas y retire las que tengan erosión por insectos o signos de enfermedad.
Separe las manzanas por tamaño y utilice primero las más grandes, ya que no se almacenan tan bien como las más pequeñas. Las manzanas que muestren signos de daño pueden utilizarse inmediatamente después de cortar el trozo estropeado, ya sea consumidas frescas o cocinadas.
Almacenamiento de las manzanas después de la cosecha
Las manzanas deben almacenarse a una temperatura de entre 30 y 32 grados F. (de -1 a 0 C), especialmente si desea almacenarlas durante un período de tiempo prolongado. Las manzanas almacenadas a 50 grados F. (10 C.) madurarán cuatro veces más rápido que las que están a 32 grados F. (0 C.). La mayoría de las variedades se conservan durante seis meses a esta temperatura. Almacene las manzanas en cestas o cajas forradas con papel de aluminio o plástico para ayudar a retener la humedad.
Es muy importante clasificar las manzanas antes de almacenarlas. El dicho «una manzana mala estropea el barril» es cierto. Las manzanas emiten gas etileno, que acelera la maduración. Las manzanas dañadas emiten etileno más rápidamente y pueden hacer que un lote se estropee literalmente. También conviene mantener cierta distancia entre las manzanas almacenadas y otros productos, ya que el gas etileno acelerará la maduración de otras frutas y verduras. Si las manzanas se almacenan en bolsas de plástico, asegúrese de hacer algunos agujeros en ellas para que el gas pueda filtrarse.
La humedad relativa también es un factor importante en el almacenamiento de las manzanas y debe estar entre el 90 y el 95 por ciento. Una bodega, un sótano o un garaje sin calefacción son algunas opciones de áreas de almacenamiento.
¿Demasiadas manzanas para almacenar? No puede regalarlas? Pruebe a secarlas, congelarlas o enlatarlas. Además, es probable que el banco de alimentos local esté encantado de recibir una donación de manzanas dulces y crujientes.