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Alicia en el País de las Maravillas

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En el extremo norte de Conservatory Water se encuentra la que quizá sea la velada menos exclusiva de Manhattan, una fiesta en la que todo el mundo es el invitado de honor 364 días al año. Para honrar a su esposa Margarita, el filántropo George Delacorte encargó la escultura a José de Creeft en 1959. Su diseño se inspira en las ilustraciones dibujadas por John Tenniel para la primera edición del libro. Se dice que la propia Alicia se parece a la hija de de Creeft, Donna. De Creeft también incluyó líneas del poema favorito de la Sra. Delacorte, «The Jabberwocky». Puede encontrarlos grabados en un círculo de granito alrededor de su obra:Probablemente la escultura más querida del parque, es una representación en bronce de un grupo de nuestros personajes favoritos de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll. En el centro del escenario, sobre una enorme seta, Alicia mantiene la corte. A su alrededor se agrupan los otros improbables invitados a la fiesta. Entre ellos se encuentran: El Sombrerero Loco (se rumorea que es una caricatura del mecenas que patrocinó la obra), la Liebre de Marzo, el Gato de Cheshire, el Conejo Blanco, la Gata de Alicia, Dinah, y, por supuesto, el tímido Lirón.

Era brillante, y los dedos delgados giraban y se contoneaban en la nena

Además de ser una intrincada y atractiva pieza de escultura moderna, la estatua de tres metros también posee partes iguales de calidez y capricho. Así lo demuestra la pátina brillante creada por los muchos miles de manos diminutas que han fluido sobre los personajes durante las últimas cinco décadas. Parece que lo único que falta en la fiesta es un murciélago parpadeante.

Localización: Calle 74 Este, al norte de Conservatory Water

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