Los sociólogos definen el cambio social como una transformación de culturas, instituciones y funciones. La mayoría de los cambios no son instantáneos. En la sociedad, el cambio suele ser muy lento. Hay una variedad de partes y fuerzas en funcionamiento, muchas de las cuales se resisten a las interrupciones del statu quo. Todas las sociedades pasan por este tipo de cambios en algún momento. No hace falta ser un ávido estudiante de historia para saberlo. Considere una sociedad moderna y reflexione sobre cómo era hace cientos de años. A menudo, la sociedad es irreconocible.
¿Cuáles son las teorías sobre el funcionamiento del cambio social? Cuáles son las causas y los efectos?
Teorías del cambio social
Si bien es inevitable que todas las sociedades pasen por algunos cambios, no es obvio por qué sucede eso. A lo largo de la historia, los sociólogos han luchado con diferentes ideas y modelos. Hay tres teorías principales del cambio social: evolutiva, funcionalista y del conflicto.
Evolucionaria
La teoría evolutiva del cambio social ganó importancia en el siglo XIX. Los sociólogos se aferraron a la teoría de la evolución de Darwin, aplicándola a la sociedad. Auguste Comte, conocido como el «padre de la sociología», creía en el modelo evolutivo. Según esta teoría, la sociedad siempre evoluciona hacia «niveles superiores». Al igual que los organismos evolucionan de simples a más complejos, las sociedades también lo hacen. Las sociedades que no se adaptan con suficiente rapidez se quedan atrás. Esto llevó a muchos sociólogos a concluir que las sociedades occidentales deben ser «superiores» por su estado «avanzado».
Al principio, los evolucionistas sociales afirmaban que todas las sociedades debían pasar por la misma secuencia de progreso. Los teóricos modernos creen que el cambio es multilineal. Las sociedades pueden evolucionar de diferentes maneras y en diferentes direcciones.
Teoría funcionalista
La teoría funcionalista del cambio social enseña que la sociedad es como un cuerpo humano. Cada parte es como un órgano. Las partes individuales no pueden sobrevivir por sí mismas. Emile Durkheim, uno de los principales líderes de las ciencias sociales, creía que todas las partes de una sociedad deben estar armonizadas. Si no están unificadas, la sociedad «no es más que un montón de arena» vulnerable al colapso. Cuando una parte sufre, todas las demás deben ajustarse. ¿Por qué? La teoría funcionalista cree que la sociedad siempre trabaja para estabilizarse. Cuando hay problemas, son temporales, pero necesitan la atención de las otras partes. Esto implica un cambio social.
El funcionalismo no está exento de críticas. Muchos señalan que esta teoría tiende a ignorar que la élite de la sociedad suele crear un espejismo de armonía y estabilidad. La teoría tampoco tiene en cuenta la raza, la clase y el género. El funcionalismo alcanzó su punto álgido en las décadas de 1940 y 1950, para decaer en la década de 1960.
Teoría del conflicto
La teoría del conflicto afirma que la sociedad es, por naturaleza, desigual y competitiva. Karl Marx encabezó esta teoría. Aunque creía en el modelo evolutivo hasta cierto punto, Marx no creía que cada fase diera lugar a algo mejor que lo anterior. La mayoría de las veces, los ricos y poderosos controlan al resto de la sociedad explotando a los grupos vulnerables. Esto siembra el conflicto, provocando a la gente a la acción. El resultado es el cambio social. El modelo de conflicto ha evolucionado a lo largo de los años. Se encuentra en otras teorías como la teoría feminista, la teoría queer y la teoría crítica de la raza.
¿Qué desencadena el cambio social?
Ninguna sociedad permanece igual para siempre, pero ¿qué causas específicas lo impulsan? El cambio social tiene tres desencadenantes principales:
Conflicto
Está claro, si echamos un vistazo a nuestra historia global, que el conflicto provoca el cambio social. Las desigualdades basadas en la clase, la raza, el género y la religión, entre otras, fomentan el descontento y la ira. Para hacer frente a su situación, los grupos se unen para luchar por el cambio. Los gobiernos pueden ser derrocados o reestructurados. A veces el cambio se produce rápidamente, pero a menudo se desarrolla a lo largo del tiempo en etapas.
Cambio demográfico
Cuando la composición demográfica de una sociedad cambia, el cambio social es inevitable. La demografía de la sociedad suele cambiar cuando aumentan los nacimientos y/o la gente empieza a vivir más tiempo. Una mayor población afecta a la dispersión y disponibilidad de recursos. Un aumento de la inmigración o la emigración también afecta a la sociedad.
Cambio cultural
Los nuevos inventos, descubrimientos y la difusión de ideas contribuyen a los cambios culturales. Consideremos el efecto de Internet. No sólo ha cambiado la cultura de los países individuales, sino la del mundo entero. Ha transformado nuestra forma de comunicarnos, así como la estructura de innumerables industrias. Los descubrimientos también afectan a la cultura de una sociedad. Pensemos en lo mucho que cambió cuando los europeos «descubrieron» América. Este ejemplo muestra cómo el cambio social no siempre es beneficioso para todos. Las nuevas ideas sobre el género, la raza, la religión, el trabajo, la educación, etcétera, también cambian una cultura.
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Ejemplos de cambio social
El cambio social a menudo ocurre como resultado de los movimientos sociales. Hay innumerables ejemplos a lo largo de la historia en todos los países del planeta. Algunos de los más famosos (muchos de los cuales están en curso y/o en evolución) incluyen:
- La Reforma
- La abolición del comercio transatlántico de esclavos
- El movimiento por los derechos civiles
- El movimiento feminista
- El movimiento por los derechos LGBTQ+
- El movimiento verde
¿Por qué es importante el cambio social?
El cambio social se produce cuando las instituciones, estructuras y culturas de la sociedad experimentan un cambio significativo. Algunos ejemplos famosos son la Reforma en la Europa del siglo XVI y el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. La mayoría de las veces, el cambio social es lento. Esto es especialmente cierto en una sociedad global. ¿Por qué es importante el cambio social? He aquí 10 razones:
#1. El cambio social acerca al mundo a la igualdad de género
Mirar el estado de la igualdad de género puede ser abrumador, incluso desalentador. Es importante recordar que el cambio social comienza con algo pequeño. Se vuelve impactante a medida que más individuos, grupos e instituciones se suben al carro. Estos actores impulsan el mundo cultura por cultura, país por país. Acciones como el cierre de la brecha salarial de género; el aumento del acceso a la educación; y la mejora de la atención sanitaria de las mujeres contribuyen a un cambio social duradero a gran escala.
#2. El cambio social mejora los derechos de los trabajadores
A lo largo de la historia, la codicia explota y pone en peligro a los empleados de todas las industrias. Estados Unidos es un ejemplo de cómo el cambio social afecta a los derechos laborales y de los trabajadores. A lo largo de dos siglos, los EE.UU. han experimentado el nacimiento de los sindicatos, las leyes sobre el trabajo infantil, el salario mínimo y las leyes sobre permisos familiares y médicos. Este ámbito de cambio social está en marcha, ya que los trabajadores siguen luchando por sus derechos. Hacen huelgas para conseguir mayores salarios y presionan para conseguir mejores protecciones legales. Los consumidores también participan cuando boicotean a las empresas con prácticas poco éticas.
#3. El cambio social protege a la comunidad LGBTQ+
La comunidad LGBTQ+ es una de las poblaciones más vulnerables del mundo. Las personas de esta comunidad se enfrentan a mayores tasas de suicidio, violencia y discriminación. Muchos movimientos sociales pasados y actuales en todo el mundo se centran en los derechos LGBTQ+. La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, las protecciones legales contra la discriminación y los cambios en las perspectivas culturales representan un cambio social. Protege a los individuos y les da igualdad dentro de la sociedad.
#4. El cambio social mejora la igualdad racial
La mayoría de las sociedades lidian con las desigualdades raciales. En función de su raza, los grupos e individuos se enfrentan a la discriminación y a la privación de derechos. Los movimientos sociales (como el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos) se centran en protestar contra las condiciones actuales y en cambiar las leyes. El cambio social también es importante cuando aborda la percepción que la sociedad tiene de la raza. La educación y la concienciación pueden ser tan importantes como las medidas legislativas.
#5. El cambio social es bueno para los negocios
Los estudios demuestran que cuando los lugares de trabajo son más diversos, son más productivos. Si cada lugar de trabajo priorizara una mejor inclusión e igualdad, mejoraría la economía de las empresas y de la sociedad en su conjunto. Los cambios sociales incluyen el cierre de la brecha salarial de género, el establecimiento de protecciones legales para los trabajadores y el seguimiento de prácticas no discriminatorias. Todo ello contribuye a la diversidad y al éxito de un lugar de trabajo.
#6. El cambio social ayuda al medio ambiente
Ningún otro ser vivo ha afectado tanto al medio ambiente como la humanidad. Las investigaciones muestran que estamos dañando el aire, el agua y la tierra a un ritmo sin precedentes. Esto afecta al bienestar y la seguridad de todo lo que hay en la Tierra, incluidos los seres humanos. Los movimientos sociales ecologistas han reaccionado con iniciativas respetuosas con la Tierra, como el apoyo a las especies en peligro de extinción. También fomentan la responsabilidad individual y difunden la concienciación sobre temas como el cambio climático.
#7. El cambio social hace que los gobiernos rindan cuentas
La historia demuestra que el poder puede corromper. Los gobiernos suelen cometer violaciones de los derechos humanos contra su propio pueblo. El cambio social puede llamar la atención sobre estas injusticias, desmantelar las estructuras destructivas y ayudar a las sociedades a transitar hacia sistemas mejores. Estos cambios pueden producirse de forma rápida y violenta a través de una guerra civil o un conflicto. A través de las elecciones y la legislatura, el cambio puede ser más gradual.
#8. El cambio social aborda los problemas desde la raíz
El impacto duradero es uno de los marcadores del cambio social. No basta con tratar los síntomas y no la herida. Los movimientos sociales más eficaces abordan los problemas desde la raíz en lugar de fijarse sólo en los efectos. Por ejemplo, para abordar el problema de las personas sin hogar, debemos examinar por qué lo son en primer lugar. Si sólo se aportan soluciones a corto plazo no se abordarán las causas subyacentes. También se necesitan medidas a largo plazo. Mirar a las raíces permite desarrollar cambios permanentes, ahorrando tiempo, energía y recursos a la sociedad.
#9. El cambio social empodera a los ciudadanos
El cambio social suele producirse cuando los individuos deciden trabajar por un objetivo común. Toman nota de lo que es destructivo o ineficiente en la sociedad y dan los pasos necesarios para cambiarlo. La mayoría de los activistas pueden señalar un movimiento específico o una persona del pasado que les inspire. El cambio social empodera a los ciudadanos, demostrando que la pasión y el trabajo duro dan sus frutos incluso cuando hay una resistencia significativa.
#10. El cambio social mejora la vida de las generaciones futuras
Muchos movimientos sociales se apoyan en la comprensión de que el cambio social es lento. Los que luchan por el cambio ahora saben que quizá no cosechen los beneficios, pero las generaciones venideras sí. Los activistas del cambio climático son muy conscientes de este hecho. Entienden que sanar el planeta lleva tiempo. Luchar ahora en nombre de los que aún no han nacido es un acto desinteresado. Prepara a una sociedad para el éxito futuro.
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